Miguel Álvarez hizo balance de una temporada, la 2020/21, en la que el Villarreal B mostró dos caras diferentes en poco más de siete meses. Sin dejar de competir en ninguna de ellas, claramente ofreció su mejor versión en la primera fase, en la que alcanzó una meritoria tercera plaza y obtuvo plaza para jugar en la Primera División RFEF la próxima temporada. En la segunda, que fue más experimental y ante rivales de mucho potencial, acabó pagando cara su juventud y no ganó ninguno de los seis partidos disputados.

«Conseguimos el objetivo en la primera fase con el ascenso, lo cual es muy meritorio para el equipo por el modelo de competición tan distinto. Los chicos han dado la cara en un formato tan difícil como el de esta temporada, muy comprimido todo», aseguró el técnico jienense. «La segunda fase de la liga nos ha valido para lo que buscábamos, que no es otra cosa que hacer jugar a todos los chicos, y ver la gente joven en qué momento está compitiendo contra equipos de muchísimo nivel», analizó.

También aseguró Miguel Álvarez que su equipo «a nivel ofensivo hizo muchas cosas bien, pero se vio que defensivamente nos faltan muchas cosas. De hecho, en la segunda fase, ante esos rivales de tanto nivel encajamos muchos goles: dos, tres, cuatro… Nos faltaba consistencia atrás, pero es que en esa demarcación hemos sufrido muchas lesiones todo el año: De la Fuente, Copete, Andrei, Lanchi, Juanan Ros… No obstante, en líneas generales todos tuvieron sus oportunidades para jugar en una temporada que, como he dicho, ha sido muy diferente por lo comprimido que ha estado todo».

De la misma forma, el preparador del Villarreal B reconoció que «nos ha pasado factura la falta de experiencia de algunos jugadores. Ha sido una temporada muy exigente para los filiales con este formato y nosotros hemos tenido el equipo más joven de los últimos años, con varios juveniles jugando de inicio. Nos costó todo más porque los rivales que tuvimos tenían mucho nivel y experiencia, aunque tengo que decir que todos los partidos los competimos muy bien y dimos la cara, con posibilidades de ganarlos».

Su futuro

Con la temporada acabada, en el club se trabaja ya en el próximo curso y no se descarta un cambio de ciclo en el apartado técnico del filial aunque Miguel Álvarez se muestra «muy tranquilo». «No sé lo que piensa la entidad; estoy muy tranquilo. De momento seguimos entrenando hasta que diga el club, y lo que tenga que ser será. El futuro es complicado para todo el mundo, así que lo que tenga que venir por supuesto que será positivo, en cualquier sitio», finalizó el técnico groguet.