Roberto Merhi disputa este sábado (a partir de las 16.00 horas) sus terceras 24 horas de Le Mans, una prueba donde ofreció un espectáculo notable en su estreno en 2016 con el equipo Manor de LMP2. Pese a que en aquella ocasión tuvo que abandonar tras un accidente de su compañero Matt Rao, sirvió para posicionarse como uno de los especialistas en esta histórica carrera. 

No en vano, fue el año pasado cuando el de Benicàssim volvió al circuito de La Sarthe, embarcado en un proyecto distinto, pero en la misma categoría. El objetivo dentro del equipo Eurasia Motorsport era que el veterano piloto de 60 años Nobuya Yamanaka acabase la carrera, y Merhi y Nicholas Foster lo hicieron posible.

Para esta temporada, Merhi se incorporó a principios de 2021 en el equipo G-Drive, que compite durante todo el curso en las European Le Mans Series y que también le permitió disputar las 6 horas de Spa-Francorchamps del WEC.

El benicense, junto a sus compañeros Rui Andrade y John Falb, saldrá a la carrera de hoy en la 18ª posición de parrilla dentro de la categoría LMP2, tras una clasificación en la que acabó teniendo problemas en su motor. «Cuando empezamos a competir esta semana, tuvimos que cambiar muchos cosas para ajustar el coche y que no tenga ningún fallo en las 24 horas y la verdad es que no ha ido nada bien», reconoció el de Benicàssim a Motorsport.com.

En este sentido, aseguró que «parece que cada vez corre menos el motor y en la clasificación nos faltaban dos segundos de nuestro ritmo. Perdimos seis décimas entre Tetre Rouge y la primera chicane. El problema es que vas muy perdido porque en ese momento no sabes cuál es el problema y llegas a sobre conducir para intentar solventar esa diferencia», añadió.

No obstante, Merhi desveló que el objetivo es ganar en categoría Pro-Am: «Se puede ganar, siempre que encontremos el problema del motor, porque en 24 horas, dos segundos por vuelta es una barbaridad», apostilló.