FC Barcelona

¿Cómo era José Contreras, el hombre clave del caso Negreira?

Era el chófer de Villar en cuanto el poderoso presidente de la RFEF pisaba Barcelona y se le describe como un constructor de toda la vida, aunque discreto y servicial

El exdirectivo del Barça, Josep Contreras, junto al presidente Sandro Rosell y Ángel María Villar.

El exdirectivo del Barça, Josep Contreras, junto al presidente Sandro Rosell y Ángel María Villar. / Valentí Enrich

Emilio Pérez de Rozas

El caso Negreira tiene, desde luego, un par de personajes curiosos y dos de ellos son, sin duda, importantes, tal vez, incluso, decisivos a la hora de no poder demostrarse muchas de las cosas que se sospechan y que, lógicamente, en un juicio deberían de poder probarse.

Los dos más significativos no podrán intervenir en la solución final, pues el principal implicado, el exárbitro y exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, ha enviado, tras declarar ante la autoridad tributaria, una declaración médica al juzgado en la que afirma padecer alzheimer. “Un día bajé a desayunar al bar de abajo en pijama… No utilizo los electrodomésticos… Me quedo hasta tarde viendo la televisión, tumbado en el sofá”, señala como argumentos el informe. Veremos si se lo cree la autoridad judicial.

Y, por lo que hace referencia al curioso personaje ‘culé’ de José Contreras Arjona, nunca directivo sino, simplemente, miembro de la comisión deportiva del Barça B, falleció las pasadas Navidades. Eso sí, Contreras facturó determinadas cantidades al Barça a través de una sociedad suya y sus contactos con los Negreira, padre e hijo, fueron intensos, según señala todo el mundo, e incluso que a través suyo llegaban los informes (aquellos que existieron) al Barça.

Muy servicial

De Contreras se sabe poco, se cuenta menos y se sospecha mucho, pero con pocas pruebas. La gente que lo conoció lo define como una persona tremendamente trabajadora y, sobre todo, muy servicial. Era, para muchos, un auténtico conseguidor. “Se abrió camino en la vida a base de trabajar mucho, duro y sin descanso”, comenta quien lo conoció ligeramente. “Era un hombre poco culto, siempre discreto y dispuesto a hacerte todos los favores que hiciesen falta. Tal vez por eso le gustó tanto a Josep Lluis Núñez, que admiraba gente que lo diese todo por la causa y así logró entrar en el club”.

El ex directivo del Barça, Josep Contreras, junto al presidente Bartomeu en un desplazamiento del equipo.

El ex directivo del Barça, Josep Contreras, junto al presidente Bartomeu en un desplazamiento del equipo. / Ignasi Paredes

En el Barça Contreras, cuentan, hizo de todo pero, muy especialmente, se encargó del equipo filial al que no solo acompañaba en los desplazamientos, sino del que estaba absolutamente pendiente de todo. “Se pasaba el día diciéndoles a los chicos -cuenta un trabajador culé de aquella época del filial- si necesitaban cualquier cosa y, si la necesitaban, que se la pidiesen a él, que él la conseguiría. Y, en efecto, la conseguía, aunque todo eran, sí, pequeñas gestiones, detalles y demás. Pero recuerdo darle mucho la paliza a Riqui Puig o Mingueza, bueno, a todos, poniéndose a su servicio”.

“Era, digámoslo así y, siempre, en el buen sentido de las palabras, un empresario mayor, típico del franquismo, una excelente y buena persona, o eso nos pareció a todos entonces, que hacía negocietes y cosas por amistad, por confianza, porque se lo pedía uno y otro”, sigue comentando ese miembro del ‘staff’ del filial azulgrana.

Sin contabilidad

“En ese sentido, cuando oí el audio del interrogatorio de la fiscal a Contreras en el juicio del ‘caso Soule’, el retrato me quedó completo, pues en esa declaración Contreras reconoce que no llevaba contabilidad de sus obras y que tanto hacía tanto cobraba, fuese como fuese, lo que generó la perplejidad en la fiscal que llegó a decirle ‘no puedo creerme que usted no llevase contabilidad alguna. ¿Cómo sabía entonces lo que le había pagado y lo que le debía?’”, le preguntó. “Algún papel había, sí, pero yo sabía lo que había presupuestado, lo que había hecho y cómo me iban pagando”.

Y es que Contreras se dedicó, en efecto, al mundo inmobiliario, a las obras, y aunque, al parecer, le fue muy bien, hubo un momento, hacia el 2008, en que debió desprenderse de buena parte, por no decir casi todo, su patrimonio para hacer frente a deudas bancarias importantes. “Yo creo que, en ese sentido, Contreras era un hombre de formas impecables, que no daba puntada sin hilo y que siempre estaba con el poder, fuese quien fuese el presidente de turno del Barça y de la Federación Catalana de Fútbol, donde tenía muchísima influencia y opinión, desde luego”, señala un exdirectivo de la época, de las más discretos que ha tenido el Barça.

Un día, cuenta otro dirigente barcelonista, se citaron en el despacho del entonces presidente Sandro Rosell, varios directivos barcelonistas y una representación de la Catalana de Fútbol, “pues había que resolver un par de problemas, pequeños, pero no demasiado cómodos”, explica uno de los presentes. “Entre la delegación de la Catalana estaba Contreras, cuya presencia no entendió nadie pero, bueno, estaba allí”.

"Contreras no se separaba de Villar. Es por eso que tanto los presidente del Barça de la época como los directivos trataban de mantener buen rollo con él”

Un exdirectivo del FC Barcelona

“Curiosamente, en efecto, Contreras no abrió la boca en toda la reunión, que fue muy fluida y correcta”, sigue explicando el exdirectivo. “Cuando se fueron todos, me quedé con Sandro (Rosell) y le pregunté: ‘Oye, perdona, ¿quién era el mudito?’ y Sandro me dijo ‘¡uy!, se llama José Contreras y es el hombre de Ángel María Villar (presidente, entonces, de la Federación Española de Fútbol) en Barcelona y hay que tenerlo contento siempre”.

La relación con Villar

En efecto, Contreras era el chófer de Villar en cuanto el poderoso presidente de la RFEF, gran amigo también de Enríquez Negreira, de ahí que muchos sospechen del triángulo Negreira-Villar-Contreras, pisaba Barcelona. A partir de ese instante, Contreras no se separaba de Villar. “Es por eso que tanto los presidente del Barça de la época como los directivos e, incluso, todos los profesionales del club tenían o trataban de mantener buen rollo con Contreras, pues sabían la buena mano que tenía con Villar, cuando el presidente de la Federación decidía muchísimas cosas, casi todo en el fútbol español de aquellas décadas”.

Contreras, persona de muy buen paladar a quien muchos recuerdan como cliente asiduo de ‘Casa Pepe’, una de las mejores (y más caras) charcuterías de la parte alta de Barcelona (Balmes, justo encima de General Mitre), pudo tener, en efecto, un papel importante como protagonista de una trama, de un caso, de un arreglo al que todo el mundo concede un punto de amiguismo, de coleguismo, de “esto te lo arreglo yo” muy poco transparente, riguroso, serio e, incluso, legal, por descontado, pero, probablemente, eficaz.

Como siempre que se acaba descubriendo la otra cara de determinados protagonistas de historias sorprendentes, ni que decir tiene que ninguna de las personas contactadas por El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, para saber quién era, qué papel jugaba en el Barça, cómo actuaba y qué función tenía en el club José Contreras Arjona, esperaba o sospechaba que el miembro de la comisión deportiva del filial culé tuviese un papel tan importante en un tema tan delicado y oculto como las negociaciones, pagos e informes de los Negreira.

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