FÚTBOL

El fútbol de toda la vida sobrevive en un 'rincón' de Castellón

Todavía existe única liga regional integrada en su totalidad por los representantes castellonenses sin filiales y en la que cada conjunto representa a una localidad

El fútbol de toda la vida sobrevive en un 'rincón' de Castellón

El fútbol de toda la vida sobrevive en un 'rincón' de Castellón / MEDITERRÁNEO

Hace unas pocas décadas, el fútbol era un elemento fundamental en los pueblos de la provincia de Castellón, en especial en los más pequeños o en las localidades del interior. Un elemento que cumplía una función que iba más allá de la meramente deportiva, sobre todo a la hora de fomentar la vertebración social y el dinamismo del propio municipio. 

Hoy en día, la multiplicación y diversificación de las diferentes formas de ocio han menoscabado esa importancia del deporte. Y, además, flaco favor también le ha hecho el fútbol profesional, convertido en un negocio explotado que ha propiciado las dispersión de los horarios de los encuentros de élite que, a la postre, se pueden ver todos por la televisión

El contexto actual es muy diferente al de hace varias años. Sin embargo, hay una liga en la que todavía se respira ese espíritu de fútbol añejo, de fútbol de pueblo, de fútbol puro. Así sucede en el grupo I de Tercera FFCV, donde la totalidad de equipos es de la provincia de Castellón. Y, además, todos y cada uno de ellos representan a una población.

Caso especial

No hay equipos filiales (que no conjuntos dependientes de otros), ni escuelas de fútbol o clubs que no emanen del propio pueblo. Eso sí, a excepción del Eture, que al no participar el Sant Jordi, recoge su testigo y aglutina a los aficionados de la localidad. En esta línea, la mayoría de las escuadras están compuestas por jugadores que son naturales del pueblo, un factor que todavía le da un halo de romanticismo. Un reducto frente al fútbol del siglo XXI. 

Pueblos vecinos

Un elemento que también da lustre y atractivo a la competición es la gran cantidad de derbis que tienen lugar durante el campeonato, todo debido a las rivalidades labradas con el paso del tiempo y, en especial, a causa de la cercanía entre las propias localidades. Es el caso del Rossell-Canet lo Roig, Sant Mateu-la Salzadella, Catí-Benassal, Benassal-Albocàsser, Albocàsser-les Coves de Vinromà, Benlloc-Vinromà o Vilafamés-la Pobla Tornesa, entre otros. 

Algunos de estos equipos han logrado competir en categoría superiores en la última década: Catí (Preferente), Vilafamés (Primera Regional), Benasal (1ª Regional), La Pobla (Preferente), Vilanova (1ª Regional), Vinromà (1ª Regional), Sant Mateu (1ª Regional), Càlig (1ª Regional) o Cinctorrà (1ª Regional). A estos habría que añadir un Benlloch que en 2009 y 2010 disputó dos promociones a Tercera. 

Por otro lado, a los equipos que militan en esta liga habría que sumar a algunos que lo han hecho en temporadas anteriores y que ahora andan en Segona FFCV, como el Vall d’Alba (marcha líder), Atzeneta, Chert, Torreblanca, Peñíscola, un ilustre como el Vinaròs (al que la situación económica lo abocó a esta liga) o Villafranca (ascendió el año pasado). 

Imagen CATI

El fútbol de toda la vida sobrevive en un rincón de Castellón / CD CATÍ

Rivalidad

Y como no podía ser de otra manera, la exigencia estar arriba en este grupo es manifiesta y los encuentros son francamente reñidos, lo que conlleva a que esta campaña haya seis equipos en apenas cuatro puntos que optan a una plaza de ascenso directo a Segona FFCV.

Ahora mismo, el Catí va primero y está en ascenso directo; mientras que la plaza de promoción la ocupa el Eture, a tres puntos de la escuadra del Alt Maestrat. Vilafamés, Benasal, Rosell y Salsadella les siguen de cerca en una competición que mantiene el espíritu futbolístico más puro. El de pueblo. El de toda la vida.

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