Todo preparado en Betxí para la carrera más curiosa de la Comunitat Valenciana

Betxí vuelve a ser, desde este viernes y hasta el próximo domingo, epicentro y sede de una de las carreras más curiosas de la Comunitat Valenciana. Se trata del Rali Transbetxí, que este 2024 celebra su XXXIV edición y que contará con la participación de 50 equipos a los mandos de sus respectivos motocultores. Esta prueba, que se organiza cada año desde 1989, discurrirá por los caminos y pistas del término municipal de Betxí, además de otras localidades limítrofes, y hará las delicias de los amantes del motor.

Una de las novedades este año es el lugar escogido para realizar las verificaciones mecánicas de los equipos esta tarde ya que estas pasarán de la Plaza Mayor a la avenida Sant Josep Obrer. «Debido a la afluencia de gente que se concentra para ver los motocultores que van a participar, las verificaciones cambian de ubicación y así habrá más espacio para disfrutar de ese momento tan esperado por el público», confirmó la alcaldesa de Betxí, Carla Nebot.

Por su parte, por parte de la organización Xavi Cabedo desveló que «los tramos son los mismos de todos los años, con algunas pequeñas variaciones, para mayor satisfacción del público espectador que visita Betxí el fin de semana, y también más cómodos para los equipos, y sobre todo, para los pilotos». El XXXIV TransBetxí constará de un prólogo que se iniciará mañana a las nueve de la mañana, en el que se determina el orden de salida de los posteriores tramos que se realizan ese mismo sábado (dos tramos por la mañana y dos por la tarde) y el domingo (dos tramos por la mañana). «Llevamos desde el mes de octubre con las licencias y permisos, y ahora podemos decir que lo tenemos todo preparado para que empiece la acción», apostilló Cabedo.

Un componente cultural

Asimismo, la alcaldesa de Betxí recordó que «la competición deportiva tiene, además, un componente cultural que se manifiesta en el significado tradicional de la máquina para los labradores, y por su carácter festivo, en el que toda la población participa todos los años en la prueba».

Cabe recordar que el nacimiento casual de esta carrera fue fruto de la imaginación de un grupo de amigos, materializado en una primera edición que contó con nueve equipos participantes, y que tenía como única intención la diversión y el contacto con la naturaleza. Al día siguiente, aquellos mismos motocultores pasaron del uso deportivo a las habituales funciones de labranza en los campos de naranjos. Y esa es la gran esencia de la carrera.