Charles Schwab ya sabe lo que es tener sobre sus espaldas al incombustible fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, que en su particular cruzada contra los excesos de Wall Street acaba de presentar una demanda contra el corredor de bolsa por un delito de fraude contra sus clientes por la comercialización y venta de títulos con tipo de interés subastado. Cuomo considera que los corredores de la compañía engañaron "repetidamente" a sus clientes ofreciéndoles el "falso sentido de seguridad" de que eran líquidos los citados bonos, conocidos como ARS, cuando en realidad se enfrentaban a "serios riesgos" por falta de liquidez. La fiscalía obtuvo grabaciones en las que se escucha a los corredores de Schwab "engañando" a los inversores sobre los riesgos de estos bonos, cuyo rendimiento en realidad se estipula periódicamente mediante subastas.