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LA FISCALIDAD EN EUROPA

España, entre los países del euro con menos presión fiscal

En el 2018 estaba seis puntos por debajo de la media de la eurozona

La presión fiscal en España, la suma de impuestos y contribuciones sociales netas en relación al producto interior bruto (PIB), se situó en el 2018 en el 35,4%, siete décimas más que en el 2017 pero todavía seis puntos por debajo de la media de la Eurozona que alcanzó el 41,7%, según los datos publicados ayer por la oficina europea de estadística (Eurostat). Estas cifras colocan a España como el octavo país de la zona euro con menor presión fiscal y el undécimo de toda la Unión Europea.

La UE tardó cuatro años en recuperarse del desplome de la recaudación tributaria derivado de la crisis financiera del 2008 gracias a los ajustes aplicados por sus Gobiernos, que contenían subidas de impuestos. Una década después, la presión fiscal en el conjunto del continente es 1,1 punto superior a la de antes de la crisis. Apenas diez estados no han regresado todavía a esos niveles. España es uno de ellos.

La comparativa confirma una realidad que año tras año se mantiene invariable: que España se mantiene en el grupo de estados miembros con una menor carga impositiva. Solo supera a Irlanda (23%), Rumanía (27,1%), Bulgaria (29,9%), Lituania (30,5%), Letonia (31,4%), Malta (32,7%) Estonia (33%), Chipre (33,8%), Eslovaquia (34,3%) y el Reino Unido (35,1%).

AUMENTO EN 16 PAÍSES / Frente a este bloque de países, la lista de estados con mayor presión fiscal la encabeza Bélgica (47,2%), Dinamarca (45,9%), Suecia (44,4%), Austria (42,8%), Finlandia (42,4%), Italia (42%) y Grecia (41,5%). Según la evolución registrada en el 2018, la presión aumentó en 16 países, con especial relevancia en Luxemburgo, Rumanía y Polonia; y se redujo en siete, de forma especialmente acusada en Dinamarca, Hungría y Finlandia.

En el caso de los países de la Eurozona, el mayor peso de la presión fiscal correspondió a las cotizaciones sociales netas (15,2%), por delante de los impuestos a la producción y las importaciones (13,3%), de los cuales el 6,9% corresponde al IVA, y de los impuestos sobre la renta y el patrimonio (13%).

La fotografía de la estructura se repite en el caso de España aunque con una presión inferior en todos los apartados: 12,4% para las contribuciones sociales, 11,9% para los impuestos a la producción y las importaciones (el 6,6% a cuenta del IVA) y el 10,6% por la renta y el patrimonio.

En el caso del IVA, España fue el año pasado el quinto país de la UE con menor porcentaje de recaudación. Solo Irlanda (4,4%), Italia (6,2%), Luxemburgo (6,2%) y Rumanía (6,4%) recaudaron menos.

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