El Banco Central Europeo (BCE) reclamó ayer a los bancos que tomen medidas ante el riesgo de que la crisis sanitaria del coronavirus se convierta en una pandemia. «Se espera que las entidades supervisadas revisen sus planes para la continuidad del negocio y consideren qué acciones pueden tomar para estar más preparadas de cara a minimizar los potenciales efectos negativos de la propagación del Covid-19», les instó.

Así se recoge en una carta, inusitadamente detallada, que el presidente del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) del BCE, Andrea Enria, envió a las entidades el pasado martes. En la misiva, les advirtió de que su operativa puede verse en riesgo si los empleados no pueden ejercer su trabajo o si los proveedores clave no pueden prestar sus servicios o facilitar sus productos.

Por ello, les instó a tomar «acciones apropiadas para prepararse y responder a una potencial pandemia». Entre otras, les pidió que establezcan medidas de control de infecciones en los lugares de trabajo, que comprueben hasta qué punto sus planes de contingencia incluyen el escenario de una pandemia de forma adecuada y con qué rapidez podrían tomar las medidas previstas y hasta cuándo podrían seguir operando.

El supervisor también quiere que comprueben «urgentemente» si podrían activar el trabajo remoto a gran escala para los empleados «clave» y que comprueben la capacidad de sus infraestructuras tecnológicas ante un «potencial incremento de los ciberataques» y un mayor uso de la banca digital. Los inspectores, les advirtió a los bancos, supervisarán todos estos preparativos.

Las entidades españolas afirman estar preparadas. Bankia, por ejemplo, apuntó que el «banco dispone de planes de contingencia para afrontar situaciones de indisponibilidad de personas tanto en la red de oficinas como en los servicios centrales, especialmente en los puestos más críticos». El Santander, por su parte, cuenta también con un plan.