El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, recibe a este diario a las puertas de un otoño de alto voltaje. Preocupado por la evolución de la pandemia del coronavirus y ocupado en las negociaciones pendientes con el Gobierno de España y los sindicatos. Mañana arranca en Palma de Mallorca la que decidirá la cuarta prórroga de los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE).

¿En qué momento se encuentra la economía española? ¿La recuperación está en marcha o la han frustrado los rebrotes?

Ni lo uno ni lo otro. Tenemos que ser conscientes de que la crisis que vivimos es fruto de una enfermedad. Y, aunque es muy profunda, es coyuntural. Eso significa que el día que tengamos la vacuna estaremos hablando de otro escenario. Las empresas españolas están mucho mejor preparadas que en la anterior crisis.

¿Qué sectores ve peor?

Esta es la crisis del turismo. También ha afectado a la industria, pero esta pandemia ha provocado que 85 millones de personas que venían cada año a visitarnos dejaran de hacerlo. Y no solo hablamos del turismo, sino de muchos sectores y subsectores que se han visto afectados. Es fundamental recuperar esa imagen de la España segura .

¿Este año lo damos por perdido para el turismo?

Este año hay que darlo por perdido. Por eso es tan importante el tema de los ERTE, los icos y ver como hay una protección total. Baleares es una de las grandes sufridoras. Es el momento de que los ayuntamientos y las administraciones territoriales comiencen a bajar los IBI. También sería muy oportuno bajar el IVA, como hizo Alemania.

¿Hasta cuándo deben prorrogarse los ERTE del covid?

Mínimo, junio del 2021. Porque, por ejemplo en el caso de Baleares, esto no se arregla en diciembre. Por la misma razón que en su día dijimos que hasta diciembre. Estamos ahora gestionando qué pasa en septiembre cuando nosotros ya sabíamos que esto tenía que ir como mínimo hasta diciembre.

¿Y cómo deben prolongarse?

Hay que ayudar al que lo necesite. Hay que pagar a aquellos que estén cerrados. No tiene sentido que paguemos al que esté abierto. Paguemos la Seguridad Social al que necesita tener a alguien fuera, porque no hay demanda. Y a la vez trabajemos la demanda, porque la gente está deseando abrir.

¿La prórroga de estos expedientes debe limitarse a sectores concretos?

No hay que discriminar por sectores, sino por quien lo necesite. Aunque es verdad que la mayoría va a ser el turismo. Y que al turismo va a haber que darle un tratamiento especial, también. Pero eso no debe significar abandonar a nadie.

¿Cómo va la negociación de la nueva ley del teletrabajo?

Algunos pensarían que tiene que estar encarrilado, a mí me parece que no tiene mucho sentido hablar de un tema que hay que dejarlo estable para un futuro en un momento excepcional. ¿Ha llegado para quedarse? Sí, pero no como está ahora. El artículo 1 del Estatuto de los Trabajadores dice que la organización del trabajo la marca la empresa. Y luego, tiene su aquel que quieran que en la empresa privada todo esto funcione ya y, sin embargo, en la Administración pública no. Para ti consejos, que para mí no los tengo.

¿Lee con mejores ojos el último borrador que el primer anteproyecto de ley?

En julio, el Consejo Económico y Social (CES) le metió un rapapolvo gordísimo al Ministerio de Trabajo por saltarse el diálogo social. Algunos se lo tienen que hacer mirar y de hecho, a través de la negociación, hemos mejorado notablemente la calidad de la norma y por eso continúa la negociación.

Tiene pendiente con los sindicatos hablar de salarios, ¿ve margen para subidas?

Estando en lo que estamos, es complicado hablar de salarios. Creo que los propios sindicatos lo entienden. El objetivo ahora es que la gente que está en erte vuelva al trabajo y que la gente en paro encuentre trabajo.

¿Cómo describiría el actual momento político?

En España hace falta moderación y sobra radicalidad. Hay muchos más moderados que radicales, pero los radicalismos de uno y otro lado ayudan muy poco. Especialmente a esa palabra, confianza, que es también la clave para el BCE , para que la deuda esté en su punto, para que la gente quiera invertir aquí.

El Gobierno encara el reto de los Presupuestos, ¿qué mensaje lanzaría a los partidos y al líder de la oposición, Pablo Casado, en particular?

Yo lanzaría un mensaje al líder de la oposición y al presidente del Gobierno. Que se sienten y hablen. Que el uno escuche, pero el otro también. Lo digo porque esto no consiste en que uno escuche con las propuestas del otro, sino que consoliden un espacio de acuerdo. Los españoles lo que queremos es el día a día, trabajar en orden y que la política dé menos noticias.

El Gobierno plantea subir impuestos a las grandes empresas, ¿hay cabida para ese aumento?

No. Los costes son costes coyunturales. Cuando se habla de los ertes, por ejemplo, una parte importantísima es el subsidio de paro para los trabajadores. La peor manera de que las empresas vuelvan a recuperarse es con más costes. Si queremos que fondos internacionales confíen en nuestro país… Los demás países no lo están haciendo.

¿Qué representa para los empresarios los 140.000 millones de euros de los fondos europeos?

Es una oportunidad histórica que tenemos que saber aprovechar. Vamos a hablar de digitalización, de sostenibilidad, de reindustrialización… Nuestro país va a avanzar muchísimo. Es por eso que la CEOE ha creado la oficina técnica de apoyo a los proyectos europeos, junto a PWC.

¿Qué papel les toca jugar a los agentes sociales en todo esto?

Los agentes sociales estamos demostrando que, pese a nuestras diferencias, nos sentamos y nos seguimos sentando a negociar. La gente agradece que, desde posiciones diferentes, se llegue a acuerdos. H