Precios rústicos

El suelo agrario de regadío tiende a encarecerse en el marco de la sequía creciente

El informe anual de Tinsa refleja el encarecimiento de los terrenos con acceso fácil al agua y estabilidad en los precios en las tierras de secano

Eduardo López Alonso

Nunca el suelo agrario fue una inversión especulativa de gran peso. Y así sigue. En el marco de una gran sequía, que amenaza con enquistarse en España, solo los terrenos agrícolas de regadío se revalorizaron algo el año pasado, según el informe de Tinsa 'Suelo agrario en España 2023'. No hay salvo excepciones tierras sin dueño en España, pero generalmente son activo más sentimental que patrimonio rentable si no se explota. Salvo comercialización para la instalación de aerogeneradores (al menos 6.000 euros al año de ingresos asegurados durante varios años), la tierra yerma hace honor a su nombre y sirve de poco a sus dueños, salvo en caso de grandes propiedades destinadas a la caza o el turismo rural. Como terrenos de explotación agrícola, el secano requiere de mucha extensión para considerarse explotable. Por el contrario, el regadío ya es más preciado en estos tiempos de escasez hídrica, auge de dietas saludables y revalorización del producto agrícola de cercanía. 

Lleva tiempo el suelo rural necesitado de actualización de precios y los expertos prevén que los procesos de concentración que se producen en el sector agrario pueden favorecer las ventas de propietarios de explotaciones familiares en un contexto de precios de los productos agrarios al alza. 

El informe de Tinsa destaca aumentos de precios en el último año del precio de los terrenos cultivables, con más impulso en hortalizas, herbáceos, y frutales, especialmente en su modalidad de regadío. Por el contrario, el valor se ha visto afectado en el olivar de secano y en los prados y pastizales. Los invernaderos para el cultivo de hortalizas, el suelo agrario más caro en términos de unitarios alcanzó en 2023 un valor de 163.400 euros por hectárea, según las tasaciones de Tinsa. En el extremo contrario, el menor valor unitario correspondió a la hectárea de prados y pastizales: 10.200 euros por hectárea.

De esta forma, la revalorización del suelo rústico se concentra en las fincas con acceso a agua y en los cultivos con posibilidades de transformación. Así, los cultivos que han generado mayor retorno en los últimos cinco años han sido el frutal secano (+3,4%) y el herbáceoregadío (+2,8%). 

Algunas de las tendencias destacadas de 2023 muestran el aumento del precio de los cereales a consecuencia de la guerra en Ucrania, que ha pospuesto los procesos de transformación que estaba afrontando este cultivo, o el freno en la expansión del cultivo de la almendra por la incertidumbre surgida en torno a la evolución de su precio.

El informe destaca la recuperación de la demanda de los frutales de hueso y pepita tras varios años de ventas reducidas por un cambio en las preferencias de los consumidores hacia otras variedades tropicales y la potenciación del cultivo de limones frente a las naranjas por estar menos afectado por las importaciones procedentes de países extracomunitarios.