Conoce si tu empresa está reteniendo el IRPF que te toca en la nómina

La temporada de la declaración de la Renta ya ha comenzado. Desde el 3 de abril hasta el 1 de julio, los contribuyentes tienen que presentar sus impuestos a Hacienda y pagar el IRPF correspondiente. Por ello, es fundamental que las empresas hayan deducido correctamente el IRPF de las nóminas de sus empleados.

La cantidad de IRPF que se retiene de los rendimientos de trabajo varía según el caso y tiende a ser mayor para salarios más altos. En el caso de los trabajadores, la empresa es la responsable de retener ese porcentaje y mostrarlo en la nómina de cada mes. Por otro lado, los trabajadores autónomos o empresarios, son ellos los que deben presentar sus facturas concretando el porcentaje de IRPF que deben retener de sus ingresos.

¿Cómo puedo saber si la empresa retiene el IRPF de mi nómina?

Es importante conocer si se ha realizado en especialmente en salarios bajos y mínimos. Es fundamental que se verifique que en la nómina existe un apartado del porcentaje de IRPF retenido. Además, es recomendable comparar ese porcentaje con las tablas de retención de la Seguridad Social correspondientes a tu salario y situación laboral. También puedes consultar el enlace de la Agencia Tributaria para confirmar si el IRPF retenido es el correcto.

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Los ajustes del IRPF

La declaración anual de la Renta es clave para ajustar el IRPF que cada contribuyente debe pagar. La retención mensual del IRPF en las nóminas de las empresas, así como la presentación trimestral de impuestos, tanto por parte de las empresas como de los autónomos, proporciona una garantía para Hacienda de que los impuestos se pagarán de manera apropiada.

A pesar de que recibir dinero de la Agencia Tributaria de vuelta pueda resultar una felicidad momentánea y tener que pagarlo, no es así. España está pasando una etapa inflacionista y el dinero pierde su valor con el paso del tiempo, esto significa que con la misma cantidad de dinero hace un año se podían adquirir más cosas.

Por eso mismo, esto implica que los contribuyentes que retuvieron un exceso de IRPF y reciben un reembolso de Hacienda hayan experimentado una pérdida de poder adquisitivo y capacidad de compra con la misma cantidad durante el periodo en que el dinero estuvo retenido.