Los socialistas volverán a reunirse a final de semana con Ciudadanos con el objetivo de formar un equipo de gobierno que dirija el Ayuntamiento la próxima legislatura. De esta forma, el PSPV-PSOE, que fue la fuerza política más votada en las elecciones municipales del domingo, toma las riendas del proceso, ante la inacción del alcalde, Rafael Albert.

A principios de semana tuvo lugar el primer encuentro entre la candidata socialista, María Jiménez, y la líder de la formación naranja, Araceli de Moya. Después de este acercamiento, se han «dado un margen de unos días para hablar con las ejecutivas» y a final de semana volverán a reunirse, puntualizó Jiménez.

Al respecto, añadió que, en principio, su formación no tiene ningún problema para pactar con el grupo de De Moya y así se lo han trasladado desde la dirección del Partido Socialista, que se ha reunido prácticamente todos los días desde los comicios municipales. En la tarde de ayer, también se celebró una asamblea de la ejecutiva provincial para analizar los resultados obtenidos en las elecciones y en los diversos municipios. En el caso de Orpesa, el PSPV batió récord e hizo historia ganando por primera vez y consiguiendo cinco concejales, los mismos que el PP, que lleva gobernando varias legislaturas de forma consecutiva.

Los populares quedaron en segundo lugar en cuanto a apoyos recibidos, con 1.104 votos, a tan solo 38 de los socialistas. Su candidato, Rafael Albert, ha permanecido cuatro mandatos seguidos como primer edil y un total de cinco legislaturas formando parte de la corporación local.

Tanto Albert como Araceli de Moya están optando, de momento, por guardar silencio. Albert prefiere ser «prudente» hasta que avance la situación, puesto que el futuro gobierno del municipio todavía está en el aire. Es Ciudadanos el partido que tiene la llave, pese a que se mantuvo en los dos concejales de la legislatura anterior. Y está por ver por qué lado de la balanza se inclinará, si por el PP de Rafael Albert o por el PSPV-PSOE de María Jiménez.

Todo indica que De Moya mantendrá reuniones con ambos partidos y se dejará querer para ver qué decisión final toma.