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un gobierno de progreso

Marco: «Este es el mandato del despegue de Castelló»

Promete ser «la alcaldesa de todos» y «no fallar» a los castellonenses. Revalida su cargo por mayoría absoluta y un gobierno con 15 ediles y tres fuerzas

Marco: «Este es el mandato del despegue de Castelló»

«Señoras y señores, abróchense los cinturones porque vamos a volar bien alto, tanto como vuelen los sueños de esta gran ciudad. Este es el mandato del despegue de Castelló». Cual azafata de avión, pero ya con la vara de mando de piloto, Amparo Marco, fijó el rumbo de la legislatura número 11 de este Ayuntamiento. Con la experiencia de gestión de los últimos cuatro, cuando el Pacte del Grau abrió el camino de una nueva era tras más de dos décadas de gobiernos populares, Marco afronta su segundo mandato con el PSPV como primera fuerza política salida de las urnas y un gobierno a tres bandas con Compromís y Podem-CSeM-EU que se selló a escasas horas de la investidura y que ayer la proclamó alcaldesa por mayoría absoluta. 15 concejales y un tripartito trabajarán ahora para «consolidar» los cambios iniciados en el 2015. «Y no les vamos a fallar», recalcó, aunque sin pronunciar explícitamente en su discurso este nuevo pacto de gobierno alcanzado el viernes in extremis. Eso se lo dejó al portavoz socilista, Rafa Simó, que calificó el acuerdo de «bueno».

«Es un privilegio, un honor y una responsabilidad inmensa, pero también una obligación, la de servir, con humildad a la ciudadanía. Bien desde el gobierno, gobernando para todos, gestionando la vida pública y las finanzas municipales con sensatez, honradez y pluralidad; o bien desde la oposición, controlando la gestión pública e impulsando la acción de gobierno para que nos durmamos», valoró Marco, para después instar a la nueva corporación a «avanzar y no retroceder» a «desterrar de los discursos políticos la mentira, la demagogia y la tergiversación de la realidad». En definitiva, «a ser respetuosos desde la discrepancia ideológica. La palabra debe valer más que un acta notarial», dijo la socialista.

REIVINDICACIONES // «Tenemos la obligación de construir una ciudad mejor donde vivir... y reivindicativa ante cualquier administración». Y puso sobre la mesa las demandas a la Generalitat, como «el edificio Borrull, la ronda de circunvalación, el Edificant, la mejora de los servicios sanitarios y la agilización del planeamiento urbanístico»; al Gobierno, «el corredor mediterráneo, la mejora del transporte público, la AP-7 y una financiación local justa»; y a la Diputación, que ayude «en la financiación de proyectos como la mejora del camí la Ratlla».

Acabó su discurso, pronunciado de pie desde la mesa presidencial, con el agradecimiento «infinito» a las familias de los concejales y a sus hijos «Romeo, Cayetana, Carlos y Álex, Guillermo, Adrià y Maia, Vicente y Carlota, Júlia y Albert, Raquel y Claudia», para que sepan que tienen «unos padres muy valientes, unos héroes que no necesitan antifaz» y que solo quieren dejarles «una ciudad mejor donde vivir». También tuvo un recuerdo emocionado para «dos estrellas», el histórico militante socialista Vicent Mira y Andrés Marco, su padre.

CON LA BIBLIA A CUESTAS // Marco cerró así el pleno de investidura en una sesión que siguió al pie de la letra el guion. Constituida la Mesa de Edad, con Mª Jesús Garrido y Jorge Ribes, fueron tomando posesión del cargo los 27 concejales. Prometieron la mayoría, lo hizo «por imperativo legal» Ignasi Garcia y todos los del PP, Ciudadanos y Vox juraron. La candidata popular Begoña Carrasco sacó la Biblia y todo su equipo juró con la mano sobre ella. Se la dejó en la mesa, la retiró protocolo, se la volvió a pedir Vicente Vidal, de Ciudadanos, y también el edil de Vox, Luciano Ferrer, que tomó prestada la Biblia del PP que entonces ya custodiaba Vicent Sales.

En las votaciones para la elección de alcalde/sa, Ciudadanos se lió. Los candidatos de Compromís y Podem-CSeM-EU, Ignasi Garcia y Fernando Navarro, no se presentaron y sí lo hicieron Marco (que obtuvo 15 votos), Carrasco (7), Ferrer (1) y Marín-Buck (4 votos en blanco). Según explicaron después desde Cs, su candidato no quería presentarse, pero hubo una confusión y la mesa entendió que sí. Esos votos en blanco, dicen, eran para Marco.

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