En este curso celebramos el 50º Aniversario de nuestro Seminario Diocesano Mater Dei. En efecto: el día 7 de mayo de 1966, tras más de cuatro años de obras, financiadas en gran parte con las aportaciones generosas de fieles y parroquias, era bendecido el complejo actual del Mater Dei destinado a albergar los Seminarios Diocesanos Mayor y Menor. Deseamos que los actos de esta conmemoración nos sirvan para la acción de gracias a Dios así como para crecer en nuestro afecto hacia el Seminario y para implicarnos en la promoción de las vocaciones sacerdotales.

Toda vocación al sacerdocio y toda ordenación sacerdotal son dones de Dios a su Iglesia y para los llamados y ordenados. Esto suscita, en primer lugar, nuestro agradecimiento al Señor por los 145 sacerdotes que han sido ordenados para el ministerio sacerdotal al servicio de la Iglesia diocesana a lo largo de los 50 años de vida de nuestro Seminario. En nuestra acción de gracias a Dios no olvidamos nuestro agradecimiento a los formadores y profesores de estos años por su abnegado trabajo vocacional, educativo, espiritual y docente que ha ayudado a tantos jóvenes en su proceso de discernimiento y maduración vocacional, y en su formación humana, cristiana, comunitaria e intelectual. Gracias queremos dar también a Dios por la reapertura del Seminario Menor este curso, fruto del trabajo del Seminario en familia.

En este año se hará presente en nuestras comunidades una realidad viva y una preocupación de todos, que debería estar siempre presente en la vida de nuestra Diócesis: nuestro Seminario. Nos urge -y mucho- recuperar o intensificar nuestro cariño y compromiso con el Seminario Mater Dei. En él se forman los futuros pastores, que necesitan nuestras comunidades. H

*Obispo de Segorbe-Castellón