La comisión investigadora del 11-M no tendrá elaboradas sus conclusiones antes del 11 de marzo, como preveían sus miembros. Para cubrir el expediente de cara al primer aniversario de la masacre, presentará una declaración unitaria de apoyo a las víctimas y varias recomendaciones de mejora de la seguridad.

Todos los grupos mostraron ayer su disposición a elaborar una propuesta de resolución consensuada sobre dos ejes: la atención a los afectados y el impulso de medidas que mejoren la prevención del terrorismo internacional y la seguridad de los ciudadanos. Así lo explicó el presidente de la comisión, Paulino Rivero, tras una reunión de la mesa y los portavoces de la misma que apenas duró una hora.

Los grupos se comprometieron a "no introducir elementos literarios interpretativos", en la resolución sobre las víctimas y sobre la seguridad, según Rivero. Antes de presentar el acuerdo, la comisión analizará el jueves los últimos documentos secretos remitidos por el Gobierno, entre los que figura un informe completo de los servicios de información antiterrorista y otro de los servicios secretos marroquís.

PACTO MUY DIFÍCIL Aunque el PP se sumó al acuerdo, Eduardo Zaplana, su portavoz, dijo que un pacto final sobre las conclusiones "es muy difícil" porque los socialistas no van a reconocer que se equivocaron al favorecer "una comisión atípica que ha pretendido criminalizar al PP".

Los conservadores se muestran contrarios a aplicar el criterio de los otros grupos y pretenden dividir las conclusiones en tres bloques. Uno, sobre lo que pasó antes del 11-M, en el que se valora la imprevisión del Gobierno de José María Aznar; un segundo sobre lo acontecido entre el 11 y el 14 de marzo, en el que se discute si el Gobierno del PP mintió, y la actuación de los socialistas durante las protestas ante sedes del PP durante la jornada de reflexión. Y el último, sobre recomendaciones que se van a aprobar con carácter provisional antes del aniversario.

Zaplana se preguntó por qué los socialistas y el resto de los grupos "trocean" las conclusiones en vez de elaborar unas globales, como se ha hecho siempre. Algunos de sus responsables mostraron su temor a que el resto de grupos critiquen la actuación de Aznar cuando ya estén aprobadas las recomendaciones.

El portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que no se exigirán responsabilidades políticas al PP por lo ocurrido antes del 11-M. Pero reconoció que, en la valoración de lo que pasó en los días previos a las elecciones, ni Zaplana va a convencerle a él ni él a Zaplana, por lo que, en ese punto, habrá conclusiones diferenciadas.

Gaspar Llamazares, de IU-ICV, aseguró que "si el PP se incorpora al consenso, será bienvenido, pero si no, las recomendaciones se van a hacer antes del 11 de marzo y las conclusiones definitivas, en mayo o en junio".