Los tres mandos que dirigen la división de contratación de vuelos del Estado Mayor Conjunto (Emacon) afirmaron ayer que no tenían "competencias ni capacidad técnica" para inspeccionar los aviones que trasladan a las tropas españolas. El contralmirante José Antonio Martínez Sainz de Rozas, el coronel jefe Joaquín Yáñez y el comandante Alfonso Elías Lorenzo declararon ayer como imputados ante el juez Fernando Grande-Marlaska por 62 homicidios imprudentes.

Con estas declaraciones termina la ronda de imputados en la investigación que dirime las responsabilidades de Defensa en la contratación del Yak-42 que se estrelló el 23 de mayo del 2003 en Turquía y que causó la muerte a 62 militares. El juez ha reabierto la investigación por orden de sus superiores y después de que el fiscal imputara a los altos cargos militares.

LA SEGURIDAD Los imputados afirmaron que no podían inspeccionar las naves. Incluso explicaron que revisaron la ley y los contratos para intentar vigilar la seguridad de los aparatos. Sin embargo, concluyeron que la responsabilidad de los vuelos correspondía a la compañía de la OTAN, Namsa, y al piloto que elegía los planes de vuelo.

La misma tesis había sido defendida el lunes por el exjefe del Jemad Antonio Moreno y el exjefe del Emacon Juan Luis Ibarreta.