Solo media hora ha sido suficiente para constatar que Mariano Rajoy y Pedro Sánchez no tenían nada que contarse más allá de su desacuerdo. El secretario general del PSOE ha comunicado al candidato popular que el pacto que este domingo firmó conCiudadanos no le va a servir como elemento de presión para que cambie su decisión de votar en contra en el debate de investidura. Le ha explicado que, aunque haya conseguido sumar 170 escaños y esté a solo 6 de la mayoría necesaria, su partido no va a ceder, ni con la amenaza de la repetición electoral el día de Navidad. “El PSOE no se doblega ante chantajes”, ha aseverado en una comparecencia tras el encuentro en la que ha puesto todo su empeño en evitar ser etiquetado como culpable y destacar que la única responsabilidad de que no haya Gobierno corresponde en exclusiva a Mariano Rajoy. Lo ha repetido como un mantra.

“Si no sale adelante su investidura es responsabilidad de Rajoy. Su derrota anunciada es solo responsabilidad de Rajoy y de su incapacidad”, ha insistido Sánchez, que considera el encuentro de hoy como “la crónica de un fracaso anunciado”.

El jefe de los socialistas ha aseverado que el presidente del PP no ha presentado ninguna nueva propuesta, ni plan alternativo, por lo que llega a la conclusión que la única intención al cerrar esa cita era señalarle como culpable en una escenificación delante de las cámaras. Sánchez ha tratado de dar la vuelta a ese marco para apuntar a Rajoy como único culpable de la situación de bloqueo.