Hubo incluso bendiciones de muchos curas a las manifestaciones y protestas. El 90% de las escuelas de secundaria de Italia cerraron ayer sus puertas para expresar por las calles de casi todas las capitales, islas y pueblos del país su repulsa por una reforma educativa, aprobada el miércoles por la mayoría conservadora, que prevé recortes por 8.000 millones de euros. Según Educación, fueron el 57% de los 422.000 maestros y profesores los que se adhirieron a la huelga. En Turín, Génova y Florencia los estudiantes, con sus profesores y padres, bloquearon las vías de los trenes y en Roma se concentraron un millón de alumnos, según los sindicatos.

"Un país entero se está sublevando", dijo Giuglielmo Epifani, secretario de la CGIL (sindicato análogo al español CCOO) a los cientos de miles de estudiantes concentrados en la Piazza del Popolo de Roma. "Estáis protagonizando una jornada memorable no solo para la escuela, sino para nuestra democracia, para el futuro del país", añadió Epifani. "La escuela no puede ser dirigida como una industria", dijo por su parte Raffaele Bonanni, secretario general de la CISL.

Todos unidos a favor de la escuela, rezaba la pancarta que abría el cortejo multitudinario de Roma. No nos robéis el futuro y Una escuela empobrecida crea una sociedad miserable, decían otras, paseadas por las calles junto con las numerosísimas dedicadas a la ministra de Educación, Maria Stella Gelmini, cuya imagen de empollona inspira a los caricaturistas.

A pesar de no tener ninguna connotación partidista, la huelga y las manifestaciones en todo el país le han caído como agua de mayo a la oposición progresista, decidida a forzar un referendo para abolir la nueva ley. "Que el Gobierno escuche a la sociedad y no transforme este movimiento en un hecho político", reclamó Walter Veltroni, líder del Partido Democrático (PD), que tomó parte en la manifestación de Roma. Silvio Berlusconi, jefe del Gobierno, respondió inmediatamente diciendo que veía "a una izquierda escandalosa, que tiene la capacidad de invertir la verdad y decir lo contrario", y la acusó de instrumentalizar a los estudiantes.