La comisión de observadores enviados por la Unión Europea (UE) a Afganistán ha concluido que las elecciones presidenciales han sido limpias, aunque no del todo libres. Los observadores europeos explican que no ha habido total libertad en los ciudadanos afganos porque el miedo a los talibanes ha llevado a muchos votantes a quedarse en casa y no acudir a las urnas.

Un análisis mucho más crítico de las elecciones presidenciales es el que hace la comisión independiente afgana --que ha denunciado la muerte de 11 de sus miembros-- que ha asegurado que han existido múltiples irregularidades en el proceso electoral. Además, se ha sabido que en Kandahar los talibanes han cortado el dedo a dos personas.