El fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno Ocampo, declaró ayer que el líder libio, Muamar Gadafi, podría tener que afrontar el peso de la justicia internacional en cuestión de meses. "Hoy es el momento de los arrestos. Es solo una cuestión de tiempo. Gadafi responderá por las acusaciones. Las órdenes de detención no van a desaparecer", dijo el magistrado. "No creo que esperemos mucho; en dos o tres meses, la partida habrá acabado", estimó.

"Libia no acepta las decisiones del Tribunal Penal Internacional, que es una herramienta del mundo occidental para procesar a los líderes del Tercer Mundo", respondió el ministro de Justicia, Mohammed al-Qamoodi. Un portavoz de los insurgentes, que se encuentran a apenas 80 kilómetros de Trípoli, aseguró que la medida significaba que las negociaciones con Gadafi eran imposibles. "Después de esta orden, todo es irrelevante. No podemos negociar con criminales de guerra", señaló el portavoz.