Los intentos de conciliación de los ministros del Gobierno tecnócrata de Mario Monti no han servido para desactivar la ola de protestas en Italia. Ayer lunes , a los taxistas, cuyas huelgas se renuevan cada 24 horas sin fecha de caducidad, se sumaron los camioneros con una masiva movilización que consiguió paralizar las carreteras de medio país.

La ira de los camioneros remite a la subida del precio del combustible de unos 10 céntimos el el último mes --ahora se paga 1,75 euros el litro-- y que se debe al nuevo impuesto que pesa sobre el petróleo, introducido con el primer paquete de medidas económicas aprobadas por el Ejecutivo italiano en diciembre. Pero también critican al conjunto de normas que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes y que, según el gremio, no contiene ayudas para los trabajadores del sector frente a la crisis.

La protesta se originó la semana pasada en la isla de Sicilia, donde, como en la mayoría de las regiones del sur de Italia, el transporte de mercancías se hace mayoritariamente por carretera. Pero donde también, según la asociación de los industriales, la mafia podría estar detrás de la protesta. "Tenemos prueba de ello", afirmó seco Ivan Lo Bello, el líder de Confindustria Sicilia.

Bajo este clima de tensión, Italia ofrecía ayer una panorama casi dantesco. Cientos de camioneros bloquearon numerosos puntos de la autopistas entre Roma y Nápoles, entre Salerno y Reggio Calabria y , entre Caserta y Salerno, así como varias carreteras secundarias en la mayoría de las regiones italianas.

PEAJES SITIADOS Turín, Florencia, Bari, Nápoles y Génova fueron algunas de las ciudades en las que la salvaje protesta provocó también la parálisis del tráfico, mientras que al menos 60 puntos de peaje fueron sitiados por los huelguistas.

"Se trata de un protesta ilegal y que tendrá graves consecuencias para los consumidores y para las empresas", afirmó en respuesta la asociación de consumidores Codacons. "Se está poniendo en peligro el abastecimiento sobre todo de los productos perecederos como la leche", aseguró, por su parte, el gremio de los agricultores Coldiretti.

Lejos de amainar la tormenta, también farmacéuticos, abogados y propietarios de gasolineras han anunciado protestas para los próximos días. Y eso que, según un sondeo publicado por Il Corriere della Sera, seis de cada diez italianos están de acuerdo con las reformas aplicadas.