Donald Trump cumplió con una de las tradiciones de las tomas de posesión y cerró el día de la jura de su cargo con paradas en bailes oficiales. Como es también habitual, apareció con su mujer, Melania y dirigió unas palabras a los presentes antes de bailar. Y la canción elegida para el primero de esos bailes, en el Liberty Ball, dice mucho del mensaje que Trump lanza al país: era una versión del A mi manera, de Frank Sinatra.

«Empezamos este viaje y dijeron que no teníamos ninguna opción pero sabía que ganaríamos», dijo Trump, que se fecilitó por la jornada inaugural. Luego, empezó el baile con su esposa.

La elección de la canción, como no podía ser de otra manera, levantó polvareda. Sinatra murió hace 19 años, pero su hija Nancy opinó en su lugar. Hace unas semanas distintos medios publicaron que había afirmado en un tuit: «Mi padre nunca actuaría para un fanático». Sin embargo, parece que ante la reacción de los defensores de Trump borró el tuit.

El viernes, durante el baile inaugural, Nancy lanzó otro mensaje en Twitter: «Solo recuerda la primera frase de la canción». Para los despistados, es esa primera frase que dice: «Y ahora, el final está cerca». De nuevo los fans de Trump mostraron su desagrado («el final de qué? ¿cerca de qué?»), y de nuevo Nancy Sinatra borró el tuit (pero no antes de que algunos hicieran numerosas capturas).

En el segundo de los tres bailes de la noche, los Trump repitieron canción. Y en su intervención en esa fiesta el presidente, que estrenó la cuenta heredada de @POTUS, comentó su uso de la red social. «¿Debería seguir el Twitter en marcha o no?», preguntó. «Los enemigos siguen diciendo que es terrible pero es una forma de saltarse a los medios deshonestos», se respondió a sí mismo, dejando claro que habrá que seguir pendiente de sus mensajes de 140 caracteres, ahora por partida doble.

En esa segunda gala también habló a los asistentes Melania Trump, que declaró «honrada de ser la primera dama» repitió algunos de los mantras de su marido. «Pelearemos, ganaremos, y haremos América grande otra vez».

La noche se cerró con una parada en el baile organizado en homenaje a las Fuerzas Armadas, donde Trump habló vía satélite con soldados desplegados en Afganistán. Después, volvió a bailar con su esposa. Y se despidió al ritmo del I will always love you (Siempre te querré) de Dolly Parton.

La primera dama sorprendió en su primer baile presidencial con un elegante vestido blanco palabra de honor diseñado por ella misma y Hervé Pierre, exdirector creativo de la firma Carolina Herrera.

El largo vestido fluía a través de sus seis capas, contaba con una atrevida hendidura que dejaba ver las piernas y sorprendía con un pequeño detalle: una delgada cinta roja de falla en la cintura. En un comunicado, el francés Hervé Pierre consideró un honor haber diseñado el vestido que Melania lució en su primer baile como primera dama. «En realidad, tuve suerte porque durante mis 20 años en Estados Unidos, vestí a todas las primeras damas: la señora [Hillary] Clinton con Óscar [de la Renta], la señora [Laura] Bush y la señora [Michelle] Obama en Carolina Herrera, así que me siento afortunado y honrado por haber vestido a Melania Trump, pero esta vez bajo mi nombre», añadió.

El diseñador calificó de «orgánico» el proceso de colaboración para elaborar el vestido con Melania, con quien tuvo conversaciones «fáciles» en las que la exmodelo eslovena ofreció su visión sobre el diseño y lo que quería expresar. Tanto el vestido como las joyas y los zapatos que llevó la primera dama pasarán a formar parte de los Archivos Nacionales de Estados Unidos.

Hace ocho años, en otro baile histórico, la cantante Beyoncé interpretó At last, de Etta James, en el primer baile entre el ya expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle. Después de ser elegido como presidente en el 2008, Obama acudió a 10 bailes la noche de su investidura, una cifra que redujo tras las elecciones del 2012, cuando apareció solo en dos. Desde 1809, las investiduras de los presidentes de EEUU van acompañadas de estos tradicionales bailes, convertidos en uno de los grandes eventos sociales para políticos de todo el país.