Bajo los lemas Unidos por Europa y Hagamos oír nuestra voz, paremos el brexit, hasta 80.000 personas -según la organización- salieron ayer sábado a las desacostumbradamente soleadas calles de Londres para mostrar su adhesión a la Unión Europea en su 60º aniversario y a apenas cuatro días del inicio formal del proceso por el que el Reino Unido abandonará la institución.

Ante un dispositivo de seguridad reforzado tras el atentado de Westminster, los manifestantes desfilaron con banderas europeas y pancartas con sentencias como «Mañana los relojes se atrasan una hora; el miércoles se van a atrasar 40 años», y guardaron un minuto de silencio y depositado flores en Parliament Square en memoria de las víctimas del ataque del pasado miércoles.

Los manifestantes marcharon desde puntos céntricos de la capital británica -Park Lane y la plaza de Trafalgar- hasta el palacio de Westminster, sede del Parlamento, para decir «no» a la salida del bloque europeo. El evento, al que se sumaron familias y muchos jóvenes, se celebró entre fuertes medidas de seguridad, tres días después del atentado perpetrado por Khalid Massod, de 52 años, que mató a cuatro personas frente al Parlamento antes de ser abatido por la policía.

Un segundo referéndum

La marcha festiva contó también con la participación de políticos proeuropeos, entre ellos el líder liberaldemócrata, Tim Farron, que reclama un segundo referéndum sobre el acuerdo final al que llegue el Gobierno británico con Bruselas sobre el divorcio británico. Farron, que en la solapa portaba un escudo de la UE, proclamó ante los manifestantes que el brexit supone un «ultraje indescriptible». Los congregados quisieron expresar asimismo su respaldo a Europa en la jornada en que se celebró ha celebrado en la capital italiana el 60º aniversario del Tratado de Roma.

Por las calles de Londres se pudieron leer pancartas que decían «Estoy enfadado», «La UE nunca se marchará», «SOS Detened el brexit» y «Londres quiere a la UE», entre banderas británicas con las estrellas de la UE. En otra pancarta se leía: «Tengo 15 años y quiero que me devuelvan mi futuro». Entre la multitud estaba Joan Pons, enfermero español que desde hace 17 años vive en el Reino Unido y trabaja para el servicio público de salud británico (NHS). «En mi pasaporte quizás dice que soy español, pero mi corazón es británico», dijo.

Otras marchas

Además de Londres, el grupo Movimiento de Jóvenes Europeos de Edimburgo organizó una marcha similar en la capital escocesa para mostrar su respaldo a la UE y en contra del brexit. Berlín (6.000 personas) y Bruselas (apenas 600) también celebraron manifestaciones. Y en Polonia, cuya población es según las encuestas mucho más eurófila que su Gobierno -el 80% apoya la pertenencia a la UE-, los ciudadanos se reunieron a mediodía para cantar la Oda a la alegría de Beethoven, el himno oficial de la UE, en numerosas ciudades. Varsovia, la capital, vivió una manifestación multitudinaria.