El esquema de tintes “fraudulentos” con que operaba la Organización Trump se coloca en negro sobre blanco, aunque aún está por ver si el expresidente Donald Trump, sus hijos y otros responsables en su corporación responderán ante la justicia.

Esa trama, en la que se sobrevaluaba el valor de propiedades y bienes para lograr préstamos, seguros e inversiones y se infravaloraba para conseguir beneficios fiscales, ha sido descrita con más detalle que nunca hasta ahora en 160 páginas de documentación que el martes por la noche presentó ante un tribunal la oficina de la fiscal general de Nueva York, la demócrata Laetitia James, como respuesta a un intento de Trump y sus abogados de bloquear la investigación.

El principal documento explica que no se ha decidido todavía si presentar cargos por lo civil pero, basándose en las nuevas “pruebas significativas” reunidas sobre las prácticas irregulares, que la oficina de James empezó a investigar en 2019, insiste en la necesidad de que Trump y sus hijos Ivanka y Donald Trump Jr. cumplan con las citaciones, testifiquen bajo juramento y entreguen documentos relevantes. Los tres, se asegura, “estuvieron muy implicados en las transacciones en cuestión por lo que no toleraremos sus intentos de eludir testificar en esta investigación”, aseguró la fiscal en un comunicado de prensa emitido por la noche.

Investigaciones paralelas

La oficina del fiscal de distrito de Manhattan mantiene abierta otra investigación paralela por lo penal, aunque los dos equipos están cooperando. Esa colaboración es precisamente el argumento que esgrimen los abogados de Trump para intentar frenar el cumplimiento de las citaciones de James, a la que acusan de violar los derechos constitucionales de la familia y, también, de estar librando una batalla politizada, dos argumentos por los que presentaron contra ella una demanda en diciembre.

En el caso penal ya se presentaron en verano cargos contra la Organización Trump y su principal responsable financiero, Allen Weisselberg, por otra trama de fraude fiscal en la se realizaron subidas de sueldos secretas y “audaces pagos ilegales” y de beneficios no monetarios para evadir impuestos, un caso que debe ir a juicio este año.

Weisselberg fue también citado e interrogado por el equipo de James, igual que Eric Trump. Ambos, según revelan los documentos presentados el martes, se acogieron a la quinta enmienda para no contestar más de 500 preguntas que plantearon a cada uno los investigadores de la fiscalía del estado en sus interrogatorios.