Vecindad sur

España apoya al presidente de Níger frente al golpe de Estado que desestabiliza al Sahel

Pedro Sánchez ha llamado al presidente nigerino, retenido por los golpistas

Si el alzamiento triunfa, Níger pasará, como Malí y Burkina Faso, a ser gobernado por juntas militares en su lucha contra el yihadismo

Manifestantes que apoyan el golpe de Estado en Níger prenden fuego a los cuarteles generales del partido del Gobierno del presidente depuesto.

Manifestantes que apoyan el golpe de Estado en Níger prenden fuego a los cuarteles generales del partido del Gobierno del presidente depuesto. / Reuters

Mario Saavedra

Los países del Sahel (al sur del desierto del Sáhara) van cayendo, uno tras otro, en manos de Juntas militares antioccidentales. Siete golpes de Estado en la región del África Occidental en los últimos tres años. Además de desviarlos de su lento camino hacia la democracia, les alejan de Occidente, que hasta ahora les apoyaba con miles de soldados y millones de euros en su lucha contra el yihadismo. Cuatro de los cinco países del llamado grupo G5-Sahel (Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger) han sufrido alzamientos militares. En Burkina Faso y Malí fueron exitosos. En Chad se consiguió evitar. En Níger, el golpe de Estado está en marcha al cierre de esta edición. Un alzamiento contra el presidente electo de resultado incierto. El impacto geoestratégico es alto. La desestabilización en la región puede provocar movimientos migratorios en masa y el aumento de la influencia rusa en la región. 

“La rapidez con la que se ha organizado y ejecutado este golpe de Estado en Níger ha sido sorprendente. No lo veía venir nadie: ni los diplomáticos, ni las organizaciones regionales, ni los jefes militares nigerinos con los que tengo contacto”, dice a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, Beatriz de León Cobo, coordinadora del Foro de Diálogo Sahel-Europa del Centro de Seguridad Internacional de la Universidad Francisco de Vitoria. “En otros países, como Burkina Faso, se intuía que era cuestión de días cuando se produjo, pero en Níger no. También ha sido diferente en este caso la condena casi unánime de la comunidad internacional, regional y local”.

La situación sobre el terreno en Níger, uno de los países más pobres del mundo, evoluciona muy rápidamente. Los acontecimientos se precipitaron en la tarde de este miércoles. Un grupo de soldados de la guardia presidencial, dirigida por el general Omar Tchiani, cercaron el Palacio donde reside el líder electo del país, Mohamed Bazoum, y su familia.

El presidente de la república de Níger Mohamed Bazoum.

El presidente de la república de Níger Mohamed Bazoum. / DPA

Los militares aparecieron luego en televisión para comunicar a la nación que Bazoum había sido despojado del poder y que las instituciones de la república estaban suspendidas. Aseguraban, entre otras cosas, que el presidente no estaba llevando la nación por el buen camino, que la situación de seguridad había empeorado y la lucha contra los yihadistas no iba bien. Decretaron el toque de queda y ordenaron el cierre de las fronteras.

Este jueves, los jefes del Ejército regular se han adherido al golpe de los alzados. Han emitido un comunicado en el han asegurado que no van a intervenir, para evitar un baño de sangre, una guerra civil. Las Fuerzas Armadas se han comprometido también a preservar la integridad física del presidente electo, Mohamed Bazoum, y la de su familia.

El portavoz del Ejéricito de Níger, Amadou Adramane, habla por televisión tras el golpe contra el presidente Mohamed Bazoum.

El portavoz del Ejéricito de Níger, Amadou Adramane, habla por televisión tras el golpe contra el presidente Mohamed Bazoum. / Reuters

El ministro de Exteriores, Hassoumi Massoudou, pidió este miércoles resistir. Dijo que él dirigía la nación mientras los revoltosos cercaban al presidente legítimo en el Palacio. La ONU, Estados Unidos, Francia, Rusia o España, entre otros, le han dado su apoyo. “He llamado a mi homólogo de Níger, Hassoumi Massoudou, para trasladarle el apoyo y solidaridad de España al gobierno democráticamente elegido”, escribió en Twitter el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares. “Condenamos los intentos de socavar la estabilidad de las instituciones legítimas de Níger. Pedimos regreso inmediato a la normalidad democrática”. Hoy ha reiterado la misma posición Pedro Sánchez, que ha mantenido una llamada con el presidente Bazoum y le ha trasladado el apoyo de España y ha defendido el restablecimiento del orden constitucional. España pide “el inmediato restablecimiento por vías pacíficas del orden constitucional en el país". La presidenta del vecino Benín, Patrice Talon, ha volado de emergencia a Niamey (la capital del país) para tratar de mediar, informa Reuters.

En las calles anoche hubo manifestaciones de civiles en Niamey contra el golpe de Estado que reclamaban el respeto de las instituciones democráticas del país. Pero este jueves, centenares defensores del golpe han salido también a las calles, y han prendido fuego a la sede central del partido en el Gobierno, informa Reuters. La Policía ha tratado de dispersarlos con gases lacrimógenos mientras avanzaban hacia el lugar con música favorable al Ejército.

Manifestantes progolpe en Níger enarbolan la bandera de Rusia.

Manifestantes progolpe en Níger enarbolan la bandera de Rusia. / Reuters

"Esperamos que el Ejército llegue al poder y resuelva los problemas de seguridad”, le ha asegurado a la agencia de noticias la manifestante pro-golpista Hadjia Aiss en las afueras del Parlamento. “El terrorismo ha destrozado tantos pueblos… nuestras hijas se han convertido en viudas y nuestros nietos, en huérfanos”. Algunos portaban banderas rusas y cantaban eslóganes contra Francia, la antigua metrópoli.

Movimientos contra Occidente

Lo que está ocurriendo en Níger se parece bastante a lo que aconteció antes en Malí y Burkina Faso años atrás. Los tres países azotados por el yihadismo de los grupos asociados a Al Qaeda (el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes, JNIM) y Estado Islámico en el Gran Sáhara. Los yihadistas se asentaron en Malí en 2012 y luego extendieron su actividad a otras zonas de los países vecinos. En ese tiempo han matado a miles de personas y provocado el desplazamiento de seis millones de personas en el Sahel. 

Malí está gobernada por una Junta militar desde el último golpe de Estado, en 2020, y Burkina Faso por otra desde el suyo de 2022. Ambos gobiernos están alejándose de Occidente y aproximándose a Rusia y a sus grupos paramilitares Wagner para luchar contra el yihadismo. Francia puso fin a sus misiones en Malí, que le costaron la vida a más de medio centenar de los miles de soldados que desplegó sobre el terreno, y unos 8.000 millones de euros. Los franceses tuvieron que marcharse por la puerta de atrás, vilipendiados por el propio gobierno del país que querían defender, y que los acusaba de neocolonialismo, de espionaje y de ser ineficaces en la lucha contra el terrorismo. Níger provee de cerca de la mitad del uranio que consume Francia, potencia nuclear. 

La misma suerte van a correr las fuerzas de Naciones Unidas desplegada en el país. 17.500 efectivos, cerca de 12.000 de ellos cascos azules que tienen que salir de aquí a final de año después de que el Consejo de Seguridad decidiera terminar la misión (MINUSMA) tras las duras críticas de la Junta militar por su presunta ineficacia en la lucha contra el terror yihadista.

Pero Níger era diferente, o eso parecía. Era un aliado de Occidente. Y además, la situación de seguridad no estaba empeorando. “En Níger no ha habido tantas masacres de militares nigerinos como hubo en Malí o Burkina Faso antes del golpe. Los yihadistas no están ganando terreno. Puede que haya rivalidad política entre Chiani y Bazoum. Y hay teorías sobre el posible papel de Rusia”.

El golpe de Níger se produce justo el mismo día que en Moscú se celebra la cumbre Rusia-África, con menos jefes de Estado o de Gobierno de los habituales, en parte por las presiones occidentales: sólo 17, frente a los 43 que atendieron a la cumbre anterior. 

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España, junto con Francia, Italia y Portugal, tienen una misión en el continente africano para tratar de formar a sus fuerzas de seguridad en la lucha contra los islamistas. Se llama GAR-SI Sahel, y es una fuerza de entrenamiento. El Ministerio de Exteriores español no ha respondido a la petición de información de este diario sobre si se va a prorrogar esa misión. Ahora mismo no hay ningún guardia civil en la zona. Sí están cinco policías y una coordinadora de proyecto contra la trata en Niamey, la capital de Níger. Todos están bien, según informan sus responsables a este diario. 

Contingentes de soldados franceses se asentaron en el país tras su salida de Malí. Además, trabajan varias misiones de la Unión Europea: La Misión de Asociación Militar en Níger (EUMPM) que trata de mejorar las capacidades defensivas del país contra el yihadismo. Y la EUCAP Sahel, la misión civil que intenta mejorar las condiciones en el país, uno de los más pobres del mundo, y que tiene una dotación de 72 millones de euros hasta el 30 de septiembre de 2024.