Deterioro en la isla del Caribe

Se dispara en Cuba el consumo de drogas entre miles de jóvenes 'ninis'

La crisis ha cambiado el mapa social en Cuba y las nuevas generaciones sienten el mayor impacto de esta nueva normalidad, al punto de ser partícipes activos de las nuevas formas de disidencia y protesta

Tráfico en La Habana.

Tráfico en La Habana. / / SHUTTERSTOCK

Abel Gilbert

"El consumo de drogas, ¿un peligro presente?". La pregunta lleva el peso de una inquietud del mismo Estado cubano. La formuló 'Granma', el periódico oficial del Partido Comunista (PCC), después de que otras autoridades del Gobierno reconocieran el aumento del consumo de estupefacientes en una isla donde el desapego juvenil al credo oficial, la pobreza y nuevas formas de delito callejero están a la orden del día.

"En Cuba ha habido un aumento en los últimos años (en el consumo de drogas), y los adolescentes y jóvenes representan el grupo más vulnerable", dijo a 'Granma' el doctor Alejandro García, director del Centro de Salud Mental de Centro Habana. El organismo, señaló, está abocado a la tarea de "controlar y contener" su avance en la capital y los principales centros de recreación turística. El Gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel ha levantado la bandera de la "tolerancia cero" contra el flagelo. Según se informó, los tribunales cubanos condenaron el año pasado a 689 personas por "posesión" y "tráfico". El Código Penal contempla penas de cuatro a 30 años de prisión. Sin embargo, hasta el momento, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) no considera que el consumo juvenil de drogas constituya un problema sanitario a nivel nacional.

Adicción, tratamiento y reincidencia. Las dificultades para enfrentar este círculo negativo se hacen cada vez más patentes en medio de una crisis económica y social de envergadura que ha llevado a más de 425.000 cubanos a abandonar el país solo entre 2022 y 2023. La mayoría de ellos son jóvenes y poseen títulos universitarios. "La coyuntura económica está teniendo un gran impacto por varias razones", reconoció García.

El doctor García formuló un reconocimiento que años atrás hubiera provocado un fuerte revuelo político: por La Habana circulan "nuevos químicos" fuertemente adictivos, además de la marihuana y otras drogas que llegan a la isla por los conductos que ponen a prueba la pericia estatal. El jefe de la Aduana General de la República, Nelson Cordovés Reyes, dijo en una reciente emisión del ciclo televisivo 'Mesa Redonda' que el tráfico ilegal, tanto de estupefacientes como armas de fuego, se ha incrementado en las entradas y salidas de los aeropuertos.

Efectos diseminados

La crisis ha cambiado el mapa social en Cuba y las nuevas generaciones sienten el mayor impacto de esta nueva normalidad, al punto de ser partícipes activos de las nuevas formas de disidencia y protesta. El Centro de Estudios de Juventudes reconoció el año pasado que unos 800.000 jóvenes no están relacionados ni al estudio ni al trabajo. La medición de 2019, anterior a la pandemia, daba cuenta de que esa situación afectaba a 134. 579 cubanos de 17 a 24 años. La cifra se ha octuplicado y explica parte de los nuevos desafíos que enfrenta el Estado.

El tema de la droga es apenas uno de los escenarios conflictivos y está vinculado con el aumento del delito y la percepción de la inseguridad urbana. La jefa del Departamento de investigación de la dirección de procesos penales de la Fiscalía General de la República, Beatriz de la Peña, admitió que ha aumentado la incidencia delictiva y lo atribuyó a la influencia de las redes sociales. No se conocen números oficiales.

Más allá de la falta de estadísticas, el periódico oficial 'Granma' dio cuenta días atrás del llamamiento del primer ministro Manuel Marrero Cruz a reforzar la lucha contra el delito con palabras que parecen extraídas del vocabulario de un ministro latinoamericano de derechas: "Hace falta más mano dura". De hecho, el órgano oficial del PCC ya incluye en su sitio en internet la sección "Cuba vs. todo el delito" porque se trata de "una prioridad estratégica" del Gobierno.

Otra derivación de la crisis es el embarazo adolescente. En 2023, se reportaron 14.844 embarazos en mujeres menores de 20 años, lo que representa el 19,7 % del total de embarazos. La Encuesta Nacional de Fecundidad de 2022 había informado que al menos un 10% de las adolescentes entre 15 y 19 años ha tenido hijos, y una de cada seis se había casado siendo menor de edad.

Congreso de la Juventud Comunista

En este contexto se ha celebrado el XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). De acuerdo con 'Granma' sus delegados se reunieron "con la certeza de que, si la continuidad está en los jóvenes habrá socialismo y revolución para ratos". La UJC ha perdido peso por el desinterés etario. En 2007, Juventud Rebelde contabilizaba 609. 000 miembros. Diecisiete años más tarde eran 415.000 sus integrantes.

"Crea tu felicidad", fue una de las consignas del Congreso. El llamamiento ya no está asociado a un interés colectivo sino individual. "Nuevamente, pareciera que en Cuba EEUU es el culpable de todo, como si no hubiera corrupción, burocracia, decisiones económicas desacertadas, falta de derechos políticos, un capitalismo de Estado que se implanta desde la dirigencia y mucho más de lo que un revolucionario debería preocuparse; pero no, a los revolucionarios de la UJC solo les interesa 'el enemigo'; la contrarrevolución interna, es decir, todo el que disiente, que para ellos son la misma cosa; y el enemigo internacional", señaló el portal 'La Joven Cuba'. "En la Cuba precarizada y capitalizada, solo los burgueses y burócratas tienen garantizada la felicidad", añadió.

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