La forma de alimentación ha cambiado y, tal y como indica el doctor Vicente Pallarés, dedicamos muy poco tiempo a hacer la compra y a cocinar. "Los supermercados están repletos de productos para hacernos la vida más fácil, entre comillas, como platos preparados y otros", apunta Pallarés. "Pero estos hábitos están incidiendo en una incorrecta alimentación".

"A ningún niño le gustan los garbanzos o el pescado, pero deben aprender a comerlos", dice la bioquímica Nadine López.

Un papel importante lo juegan los comedores de los colegios y "los abuelos", en los que, con mayor frecuencia, está recayendo la responsabilidad de preparar la comida, si los dos padres trabajan fuera de casa.