La provincia de Castellón ya ha superado la barrera de los 600.000 habitantes. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados ayer referentes a la población existente a 1 de enero del 2009, la cifra de residentes en la provincia se eleva oficialmente a 602.301, 7.386 más que a 1 de enero del 2008, cuando fueron 594.915.

El aumento poblacional se sitúa así en un 1,24%, ligeramente inferior al de la Comunitat Valenciana (1,29%), donde se ha pasado de 5.029.601 a 5.094.675 residentes, es decir, 65.074 más.

El fenómeno migratorio, principalmente en la capital de la Plana y en las grandes localidades, es uno de los motivos básicos de que la provincia haya superado la barrera de los 600.000 habitantes, pues se trata de población foránea en busca de trabajo. Y explica las grandes diferencias existentes entre el medio rural y el urbano, pues mientras en este último se han incrementado las cifras de empadronados, en el área rural ha sucedido más bien todo lo contrario.

Precisamente, la capital, Castellón, es uno de los municipios que ha experimentado el mayor crecimiento poblacional, al pasar de 177.924 en enero del 2008 a 180.005 este año.

Los últimos datos del INE confirman lo que avanzaba ya el padrón publicado en junio: en la provincia de Castellón hay más hombres (303.460) que mujeres (298.841). Sin embargo, en la capital y otras 20 localidades castellonenses, las residentes del sexo femenino superan a los masculinos. Así, sucede en Castellón, donde de los 180.005 habitantes, 91.026 son féminas, frente a 88.979 varones; en la Vall d´Uixó (32.924 residentes, de los cuales 16.559 son mujeres); Segorbe (4.678 habitantes del sexo femenino y 4.566 masculino); o Vilafranca (tiene un total de 2.521 habitantes, 1.296 féminas y hasta 1.225 varones).

MALAS PERSPECTIVAS No obstante, cabe recordar que se trata de datos facilitados por el INE a 1 de enero del 2009, por lo que los expertos auguran una menor subida para el próximo 2010, motivado por la crisis y la destrucción de empleo. Y es que ya se ha notado en la cifra de nacimientos de niños registrados en los hospitales públicos castellonenses, un millar menos que en el 2008. Una tendencia a la baja que todo apunta a que se mantendrá, a juicio del psicólogo clínico Carlos Hidalgo, hasta que la situación económica mejore y baje el paro. Asimismo, muchos inmigrantes que vinieron a la provincia el año pasado (a pesar del ya existente declive económico) se han desplazado en el 2009 --cuando se ha mostrado toda la dureza de la crisis-- a otras provincias españolas en busca de trabajos que ya no encuentran en Castellón, tal y como confirmó la asociación rumana.