Las cifras no se recuerdan, las imágenes permanecen. La asistencia masiva a las 111 manifestaciones convocadas como resumen de la jornada de huelga es para los sindicatos el termómetro del rechazo que suscita la reforma laboral. Es el dato que, según Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, el Gobierno de Mariano Rajoy debe tener en cuenta para negociar un cambio de la norma vigente y neutralizar la conflictividad social que se da por descontada en caso contrario.

El Gobierno no está dispuesto a cambiar la esencia del mercado de trabajo, más flexible con su reforma, como dijo la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Ayer el Ejecutivo intentó minimizar la convocatoria sindical con más ahínco que la CEOE, cuyo presidente, Juan Rosell, deseó que acabara cuanto antes una jornada de "normalidad y tranquilidad". Pero el Ejecutivo puso el acento en un gran despliegue policial en las ciudades y polígonos, que agravó la tensión causada por los piquetes.

Para Toxo y Méndez, el Ejecutivo y el Parlamento están en una "encrucijada" en la que solo cabe una salida a la conflictividad social que provoca la reforma y los recortes presupuestarios: "cambiar o cambiar".

Así, "se podrá reconducir el conflicto"; de lo contrario, "no cejaremos en nuestro empeño" y la tensión será "creciente", afirmaron. La huelga es el medio para lograr el fin, que es el de que el Gobierno se siente a negociar cambios en una reforma "dañina que ahonda en el agujero de la recesión y lanza a la marginación" a miles de familias.

Con un seguimiento medio del 77% --en industria y transportes, el 97%, y en las administraciones públicas, el 57%--, un menor consumo de energía para usos productivos y más tensión que en el paro del 2010, los líderes sindicales advirtieron a Rajoy de que la legitimidad que da la mayoría absoluta se puede mantener, pero el crédito político es pasajero, y "no vaya a ser que ya lo esté perdiendo de forma acelerada", subrayaron.

Antes del Primero de Mayo, Toxo y Méndez esperan una "señal inequívoca" de que el Ejecutivo va a abrir diálogo del que presume, y recomendaron al Ejecutivo que "no se comporte como si fuera un Gobierno tecnocrático ni esté a la defensiva".

LA EXCUSA DE EUROPA Europa no puede ser la excusa, según los líderes sindicales, para presentar reformas y ajustes cuando se sabe que es imposible cumplir con el objetivo de déficit del 5,3%. Además, con lo que se sabe, el proyecto de Presupuestos Generales, que se presentará hoy, se puede convertir en el "ariete para agravar la destrucción de empleo y ahondar en las desigualdades sociales", dijo Méndez.

Toxo citó expresamente al presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, como uno de los que en Bruselas aseguran que son los gobiernos de cada país de la eurozona los responsables de las decisiones económicas concretas.

La movilización de ayer seguirá con una petición a la Defensora del Pueblo para que presente recurso de inconstitucionalidad, una queja ante la OIT por vulneración de derechos y solicitar a los grupos parlamentarios que agilicen la tramitación de la iniciativa legislativa popular que presentaron en el 2010 con un millón de firmas.