Parados, comerciales, estudiantes universitarios, profesores... Son los perfiles de los castellonenses que, en los últimos años, se han puesto a aprender inglés por necesidad. La directora de la Escuela Oficial, Gloria Almela, explica que desde el 2007 “ha cambiado radicalmente la situación” y de quienes estudiaban inglés por hobby se ha pasado al caso de los que lo hacen acuciados por las circunstancias.

Basta con ver el salto experimentado en las matriculaciones de la Escuela Oficial. De los 2.453 inscritos en inglés en el curso 2011/12 se ha pasado a 3.800 en el 2014/15.

Uno de los factores de este subidón es el laboral. Almela argumenta que cuando empezó la crisis se produjo una “necesidad tremenda” de aprender inglés y otras lenguas extranjeras, porque la gente se había quedado sin trabajo y tenía que formarse para poder reinsertarse en el mercado laboral. Y no solo en España, también en el extranjero. Para ello, necesitaban la lengua inglesa.

También se da el caso de comerciales de las empresas que, ahora más que nunca, tienen negocio en otros países y precisan manejarse bien en el idioma.

A ello se suma que una cuestión de política lingüística de la Generalitat. Los profesores, a raíz de la implantación del plan de plurilingüismo, se han visto obligados a aprender el inglés.

Y el tercer condicionante es el académico, debido a que muchos universitarios deben acreditar un nivel mínimo de esta lengua, por ejemplo para poder cursar un máster o irse de Erasmus.

A ello se suma una carencia histórica en la formación, especialmente entre los menos jóvenes. “Siempre ha habido en los estudios reglados la tradición de centrarse más en la gramática sin tratar apenas la parte oral”, admite la directora de la EOI. No obstante, poco a poco está habiendo un cambio en la formación reglada para hacer más hincapié en la oralidad.

El boom de los juegos en línea y de las redes sociales también ha contribuido a que muchos internautas se esfuercen por mejorar sus conocimientos en la lengua de Shakespeare. H