Las gaiatas, como colectivos esenciales y fundamentales de las fiestas de la Magdalena, brillan también con luz propia en la cabalgata infantil. Las comisiones de los más pequeños ocupan un lugar de honor durante el cortejo. Niños y niñas vestidos de castelloneros que evocan a sus homónimos mayores.

Una infancia gaiatera que aprende a conocer la importancia de las fiestas magdaleneras, precisamente en este pasacalle con el que se evoca el costumbrismo más ancestral.

De la 1 a la 19, las representaciones de los pequeños castelloneros pasearon su elegancia bajo la mirada atenta del público. Es la didáctica permanente de imbuir de castellonerismo a la grey infantil. Es la esperanza de futuro para que anualmente Castelló tenga siempre garantizado su monumento festivo.

Y es que no se podría entender la historia de los festejos sin la participación de los niños, y más cuando en esta 75 edición de las fiestas en su estructura actual se celebra también el 50ª aniversario de la primera reina infantil, Asunción Adsuara Segarra, nieta del creador del Pregó.