Desde estás líneas me gustaría felicitarte por haber sido participe del Marató de Castelló. En este año de Juegos Olímpicos, toma más importancia si cabe la prueba reina del deporte mundial.

Los JJOO nacen gracias al maratón. El griego Filípides es el artífice del mito de haber corrido 42.195 metros desde Maratón hasta Atenas, para anunciar la victoria sobre el ejército persa en la batalla de Maratón.

Tanto si has acabado la prueba como si lo has intentado, mi reconocimiento, pues la prueba solo es la culminación de meses duros de entrenamiento, kilómetros recorridos y muchas ilusiones dudas y miedos.

Cruzar la línea de meta es una satisfacción única. Da igual el tiempo y la posición, pues se mezclan muchas emociones como la alegría de haber cumplido el objetivo, la emoción de haber luchado contra cuerpo y mente durante muchos kilómetros, la satisfacción personal de haber logrado un reto, la ilusión de ver a familiares y amigos aplaudiendote y fotografíandote…

Pese el cansancio acumulado, solo por este instante vale la pena pelear los 42.195 metros. Haciendo una analogía con sus orígenes, el maratón es una batalla, una batalla de 42.195 episodios donde nos encontramos con buenos momentos, kilómetros agridulces, kilómetros de sufrimiento, el famoso muro… pero al final es una batalla contra uno mismo y eso es lo más bonito de todo.

Yo siempre que pienso en un maratón, me acuerdo de la canción de Manuel Carrasco Mujer de las mil batallas, que reza «un pasito más que si se puede un pasito más mujer valiente…».

Así que, efectivamente, quien decide correr y entrenar un maratón es un valiente, y si es cierto que es una prueba que requiere ir paso a paso, siempre pensando que somos capaces y efectivamente cada metro y cada paso recorrido, es un pasito menos para llegar a la línea de meta.

En el caso de abandono, nunca lo percibas como un fracaso, simplemente analiza qué ha ocurrido, toma nota y vuelve a intentarlo el próximo año. En deporte se habla mucho de fracaso y esto es algo totalmente erróneo, pues el deporte es un proceso de aprendizaje continuo donde el error es fundamental para seguir aprendiendo y mejorando. De hecho, se aprende más del error que del éxito.

Me gustaría recomendar a todos los lectores que se animen a correr una maratón, siempre que sus condiciones físicas se lo permitan y no haya evidencias médicas que lo contraindiquen, pues la maratón es la prueba reina y, como me dijo una vez un entrenador al que aprecio mucho, Juan Manuel Camacho, acabar un maratón te da el pase directo al Olimpo de los dioses.

*psicóloga deportiva

@mvallsbarbera