La Diputación de Castellón ha concluido la formación a 1.700 personas en toda la provincia para salvar vidas a través de su innovador Programa Provincial de Desfibriladores que ha convertido a la provincia en el primer territorio cardioprotegido. La formación ha servido para instruir a castellonenes de diferentes poblaciones para hacer uso de los 200 desfibriladores que la Diputación ha distribuido en los 126 municipios adheridos.

La diputada de Acción Social, Elena Vicente-Ruiz, destacó «la buenísima acogida que ha tenido esta iniciativa, que ya ha salvado su primera vida en la provincia». «Con esta formación, volvemos a igualar las oportunidades de todos los municipios castellonenses y aseguramos el mejor uso de estos desfibriladores para seguir dando buenas noticias», agregó.

Las sesiones se han impartido en las distintas comarcas y en las Nuevas Dependencias de la Diputación de Castellón, lugar este que ha servido para centralizar la formación a las localidades más grandes de la Plana.

La propia diputada de Acción Social ha participado de estas clases, «de dos horas y media de duración, con prácticas de uso de desfibriladores y masaje cardíaco. La formación se ha impartido en Llucena, Villahermosa del Río, la Pobla de Benifassà, Morella, Benassal, Benicarló, Montanejos, Segorbe, la Vall d’Uixò, Onda, Vila-real, Burriana, Vall d’Alba, Castellón y Cinctorres.