Los vientos empiezan a soplar a favor. La recuperación económica, la apertura del grifo del crédito y, sobre todo, la intensa rebaja de los precios de los últimos años están impulsando la reactivación de la venta de viviendas en Castellón. En el 2015, la compraventa ya creció un 8% en la provincia y este año los datos también son positivos: 2.129 transacciones hasta abril, un 19% más que durante el mismo periodo del año pasado, cuando fueron 1.780.

El cambio de tendencia se nota en el número de operaciones, pero también en el tiempo medio que tiene que esperar un vendedor que pone su piso en el mercado hasta que aparece un comprador. Durante los seis primeros meses de este año, ese plazo medio ascendió en Castellón a casi 14 meses (13,9, para ser exactos), según el último informe de mercados locales de la tasadora Tinsa. A mediados del 2015, la misma empresa establecía el tiempo de venta entre 14 y 18 meses.

¿Esos casi 420 días que invierte un propietario en colocar su piso es mucho tiempo o, por el contrario, el periodo se queda corto? Las inmobiliarias de Castellón insisten en que vender una casa no es tarea sencilla. Errar en el precio (empecinarse por ejemplo en una oferta muy elevada) o no darle la publicidad adecuada pueden llevar al propietario a tardar años en encontrar un comprador. “Aunque los tiempos dependen de factores como el precio y la zona en la que esté situada la vivienda, fijar una media de 14 meses se ajusta bastante a la realidad”, apunta María Aguilera, responsable de una agencia inmobiliaria de Vinaròs,

Mar Olmedo, directora de Promograu, asegura también que todo depende del precio del mercado. “Si el propietario pide ayuda a un buen profesional y fija un buen precio, es posible encontrar un comprador en solo tres meses. Si los precios son más elevados, los plazos superan incluso los dos años”, apunta esta especialista.

PISOS ‘CHOLLO’, LOS PRIMEROS // En Burriana también coinciden al cien por cien en el diagnóstico. “El precio es determinante. Acabamos de vender una vivienda que salió al mercado hace apenas quince días. Se trata de un piso de 90 metros construido en 1990 en una muy buena zona de la localidad que se ha comercializado por 55.000 euros”, cuenta Miguel Ramos, gerente de Fincas M. Ramos, en Burriana, que reconoce que hay otras viviendas más caras que llevan siete años vacías.

Que el precio es uno de los factores que más influyen en la compra de una casa es algo que también confirman en la inmobiliaria Sefer, en Vila-real. “Los chollos se venden en muy poco tiempo, incluso en menos de tres meses”, dice su responsable.

Los pisos de entre 55.000 y 75.000 euros son los más demandados en Castellón, pero hay muchos tipos de clientes y muchas más opciones. “Hay parejas que buscan casa en la zona del Auditori, donde es posible encontrar un piso por 220.000 euros, frente a los 300.000 de hace unos años”, describen en Promograu. ¿Y en Benicàssim? Es el municipio más caro y un apartamento cuesta entre 150.000 y 180.000 €. H