Tras la manifestación organizada por la plataforma No a la caza del pasado domingo, el delegado provincial de Caza, Pablo Molina, salió ayer en defensa del colectivo de cazadores y calificó de falsas las acusaciones vertidas sobre el abandono de perros. «No se puede permitir que año tras año los animalistas radicales mientan y contaminen la opinión pública con datos falsos, sin contrarrestar ni comprobar su veracidad, y señalando siempre a los cazadores como máximos culpables del abandono de perros», destaca.

La Delegación de Caza en la provincia se remite a las últimas cifras registradas por el Seprona de la Guardia Civil -(año 2018), que confirman que cerca del 70% de los perros abandonados no son de caza. Según dicho informe, en 2018 se registraron 52 abandonos de galgos. Para Molina, «es una cifra que, por supuesto, lamentamos y somos los primeros en condenar».

Añade que «no tiene ningún sentido que los cazadores abandonen a sus perros al final de la temporada. Son mucho más los compañeros que invertimos mucho tiempo y recursos en su cuidado». «Febrero es uno de los meses que menos abandonos registra, con un 7,5%», asegura Molina, tomando como base el informe Affinity 2019.