Castellón envejece a toda velocidad y eso está provocando que las cuentas de la Seguridad Social lleven años en número rojos. El problema es que el agujero es cada vez más profundo. El número de pensionistas aumenta cada año y, en consecuencia, lo hacen también las pagas de las personas que se jubilan. Lo negativo es que la partida de ingresos no crece en la misma proporción y eso que la creación de empleo llevan dos años subiendo al 3%. En la práctica esto se traduce en que Castellón cada vez depende más de la solidaridad interterritorial para pagar las pensiones.

Los datos territorializados de ingresos y gastos de la Seguridad Social reflejan que durante los ocho primeros meses del año, el déficit (la diferencia entre los gastos en pensiones y los ingresos por cotizaciones) se ha situado en 312,3 millones en Castellón, un 4% más que el que se contabilizó entre enero y agosto de 2016.

Las cifras muestran que el gasto en pensiones rompe su techo mes tras mes. Por el envejecimiento poblacional (más esperanza de vida y más tiempo pagando pensiones) y por la entrada de jubilados con mayores cotizaciones. El problema radica en que sube a un ritmo muy superior a los ingresos por cotizaciones de los trabajadores.

Que el gasto en pensiones sube año tras años lo demuestra también la estadística del Ministerio de Empleo. Hasta agosto, la Seguridad Social ha invertido 875,2 millones de euros en abonar la paga de los algo más de 128.000 pensionistas de la provincia, 28,4 millones más que en mismo periodo del año pasado. El gasto en pensiones no para de crecer y los ingresos vía cotizaciones sociales también lo hacen (cada día hay personas trabajando), aunque a menor velocidad. De enero a agosto, la Seguridad Social se embolsó 562,9 millones en concepto de cotizaciones sociales, 26 millones más que un año antes.

A la espera de ver cómo cierra el 2017, los balances de los años anteriores no son nada alentadores. El déficit de Castellón con la Seguridad Social se situó en el 2015 en 406,4 millones de euros y en el 2016 subió hasta 502 millones. Y ello a pesar de que ese año, la provincia ganó algo más de 7.000 nuevos afiliados.

UN DÉFICIT GENERALIZADO //

Castellón no es un caso único. Al contrario, el déficit con la caja única se extiende al conjunto de territorios. Esto es consecuencia de una larga crisis económica, en la que se dispararon los gastos y menguaron de forma considerable los ingresos. Sin embargo, Asturias presenta uno de los diferenciales negativos más acentuados, algo que se explica por una crisis demográfica algo más acusada que en otras regiones.

Para tapar el agujero los expertos apuntan a una única solución: más creación de empleo. De hecho, para poder afrontar el futuro con garantías es preciso que por cada pensionista haya, al menos 2,5 afiliados a la Seguridad Social. En Castellón la realidad se aleja bastante de lo que sería ideal y solo se contabilizan 1,7 trabajadores por pensionista.