El revolucionario 8 de marzo del año pasado marcó un antes y un después en la defensa de los derechos de las mujeres en la provincia de Castellón. Alrededor de 2.000 personas salieron a la calle, en una manifestación convocada por la Assemblea 8-M Castelló, para defender la igualdad entre mujeres y hombres y erradicar cualquier tipo de discriminación o violencia contra ellas.

Sin embargo, hoy, un año después de la primera huelga feminista que colocó la paridad en las agendas de la política y la sociedad, y potenció la concienciación ciudadana sobre esta situación, aún quedan retos pendientes. La corresponsabilidad en el trabajo, un salario para las amas de casa (los colectivos feministas lo cifran en 900 euros más complementos que sumarían casi 3.000 euros, tal y como publicó ayer este diario), la ruptura del techo de cristal y de los perjuicios y resistencias ocultas, la lacra del maltrato o la conciliación familiar son algunos de los desafíos a los que la sociedad todavía tiene que plantar cara, a pesar de los esfuerzos que se intensificaron a partir de ese masivo 8-M del 2018.

BASTA YA / Así lo atestiguan las representantes de asociaciones y colectivos feministas castellonenses consultados por Mediterráneo. Mailen Castro, miembro de la Assemblea 8-M Castelló, reconoce que los «logros son escasos». «No obstante, ha cambiado más la sociedad porque ha aumentado la concienciación sobre la gran importancia de la igualdad y se ha profundizado en el discurso que las leyes a nivel material», indica. «Hoy en día, la mujer se adentra en los espacios políticos y sociales y la igualdad está presente en los medios de comunicación», prosigue Castro.

Por su parte, la presidenta de la Fundación Isonomia, la rectora de la UJI Eva Alcón, considera que «el 8 de marzo del pasado año es un punto de inflexión en materia de igualdad porque la gente dijo basta ya a la brecha salarial o a la violencia, y ese momento motivó que aumentara la concienciación de que existe esa desigualdad y que es necesario avanzar en igualdad». Alcón, quien ensalza el trabajo que está realizando el personal de la Fundación Isonomia, destaca que «aún queda mucho por hacer» y van «a seguir trabajando para que esa igualdad entre mujeres y hombres sea una realidad efectiva», añade.

TRABAJO CONJUNTO / Tanto María Pepa Sancho, presidenta de la Asociación Aula Debate Mujeres del Grao; como Celia Prats, miembro de Liceu de Dones; y Lola Mallén, de Adona’t, coinciden en señalar que la concienciación ciudadana es el progreso más importante que se ha hecho en el último año en esta materia, desde la manifestación del 2018.

«El pasado 8 de marzo fue importante porque a partir de esa fecha se intensificó la sensibilización entre la ciudadanía, es una fecha que marcó determinadas acciones a llevar a cabo», explica Sancho, quien también reconoce que van «a seguir trabajando», como lo han «hecho desde hace tantos años para seguir adelante y no dar ni un paso atrás».

Celia Prats asegura que «la gente es más consciente ahora de la situación de desigualdad». «Nosotras, desde la asociación, seguimos realizando las actividades que son necesarias en pro de esa paridad e igualdad», apostilla.

Lola Mallén comparte las opiniones de Sancho y Prats. «También hemos de incentivar nuestra labor a nivel legal y potenciar los cambios culturales necesarios que aún no se han dado para que esa igualdad sea una realidad en la sociedad en el menor tiempo posible», asegura la representante de Adona’t a este diario.