El Ayuntamiento de Burriana ha sido el escenario este lunes, día en el que los agricultores de toda la provincia se manifiestan contra la crisis del sector citrícola, de una curiosa protesta. Enfrente del edificio consistorial se ha reconstruido un campo con sus caballones y, en el lugar que deberían ocupar los naranjos había cruces, simulando un cementerio.

Asimismo, había clementinas en el suelo, evidenciando la situación de angustia que viven muchos agricultores en la provincia que no han podido vender su producción y se ven obligados a tirarla con sus propias manos.

Esta tarde, a partir de las 20.00 horas, 60 municipios de toda la Comunitat y del sur de Cataluña se manifiestan para exigir ayudas directas para estos citricultores y para exigir la aplicación inmediata de la cláusula de salvaguardia del acuerdo de libre comercio con Sudáfrica y limitar así la entrada de fruta procedente de este país.

Este domingo, miembros de la Associació de Llauradors de Nules, ya llamaron a la protesta arrojando cientos de kilos de clementinas al suelo en la clausura de la I Feria de la Clemenules, celebrada en la localidad durante el fin de semana.