El mes de septiembre marca la cuenta atrás para el inicio de la temporada general de caza con el comienzo de las batidas de jabalí, enmarcada en una situación sin precedentes. «La Federación de Caza de la Comunitat Valenciana ha acoplado todo un protocolo de seguridad para que la realización de la actividad cinegética transcurra en un marco seguro y responsable para que se pueda desarrollar la caza dentro de esta nueva normalidad», señala José Manuel Albert, vicedelegado provincial de la Federación de Caza de la provincia de Castellón.

Como en toda actividad en la que hay un grupo de personas, es necesario establecer un protocolo de actuación higiénico-sanitario para evitar así la propagación del covid-19. «Cuando la Federación fue conocedora de la normativa aplicable, elaboró un documento de actuación que fue validado por la Conselleria. En él, se recogen todas las medidas sanitarias de seguridad que se tienen que llevar a cabo a la hora de participar en cualquier actividad cinegética que requiera una concentración de personas», apunta Albert.

Entre las medidas que destacan de este documento es el uso obligatorio de mascarilla de todos los asistentes, la distancia social, y la desinfección de todo el material de caza antes y después de la jornada cinegética. «Otra cosa a tener en cuenta es evitar asistir si se tiene sospechas de estar contagiado o presenta algún síntoma. Por muchas ganas que se tenga de ir a cazar, tenemos que ser consecuentes», recuerda el vicedelegado, que también ostenta el cargo de presidente del club de cazadores San Marc de Rossell. Al respecto, explica que «otra medida que hemos aplicado ha sido la toma de temperatura a todos los asistentes».

Al protocolo higiénico-sanitario establecido, se une también el no menos importante protocolo de seguridad en batidas, otra normativa para evitar posibles accidentes a la hora de cazar y que permite que se desarrolle con total normalidad la actividad cinegética. «Los cazadores somos muy conscientes de la necesidad del cumplimiento de estas medidas de seguridad, que se han ido reforzando con el paso de los años, dando lugar a una actividad completamente segura, aunque nunca estamos exentos. Por ello, no hay que bajar la guardia», insiste.

La seguridad en las batidas es algo que se tiene muy presente a la hora de cazar. «Un cazador, cuando realiza una actividad cinegética de este tipo, siempre tiene que llevar puesta una prenda reflectante para de este modo ubicarlo fácilmente en el campo desde cualquier punto», recuerda el vicedelegado.

Por último, otra de las cosas más importantes es que el cazador no se mueva del puesto en el que le han ubicado. Todo está medido con la mayor precisión para que los puestos sean seguros. Tal y como se recoge en la Orden General de Vedas 2020/2021, el jabalí se permite cazar en modalidad de gancho, batida, al salto o en mano y rececho, hasta el 21 de febrero.