Las cooperativas citrícolas de la provincia, en su día un elemento fundamental de la economía castellonense, siguen perdiendo fuelle... e integrantes. Una de las últimas en caer ha sido Betxí Export, que se ha declarado en concurso voluntario de acreedores y ha sido aceptado recientemente por el juez de lo Mercantil de Castellón.

La histórica entidad de la Plana Baixa, una de las firmas cooperativistas más potentes de la provincia en el pasado, tampoco ha podido soportar el proceso de reconversión que vive el sector y en la campaña que ahora colea ya no ha tenido ninguna actividad, cuando en tiempos pretéritos llegó a gestionar 38.000 toneladas de naranja.

Pero no es la única. Tanto es así que la Asociación Profesional de Exportadores de Fruta de la Provincia de Castellón (Asociex) ha pasado de contar con 36 cooperativas integradas en su tejido empresarial en el año 2000, a 16 en el pasado 2017. Y este año ya son tan solo 14. Casi un tercio de las que eran hace 18 años.

SIN VISOS DE PARAR

Y lo peor es que, según buenos conocedores del sector, la desaparición de cooperativas «continuará pasando». Como es lógico, las causas de este proceso de reconversión (han sido varias las firmas que se han fusionado, aunque lo habitual es que acaben cayendo) son diversas. Malos resultados económicos, gestión deficiente, pésimas liquidaciones...Esto desemboca en el abandono por parte de los socios de la entidad cooperativista. Y con ello no hay posibilidad de salir adelante.

Pero, a pesar de esto, la provincia gestiona, campaña tras campaña, un mayor volumen de fruta. Parte de este tirón lo explica el auge de determinados comercios privados, que crecen y abastecen cada vez a más clientes. Pero también hay cooperativas que funcionan bien.

Aunque las hay que gestionan pocas toneladas y siguen funcionando, este caso no suele ser habitual. No en vano, como señalan los expertos, «tienen que hacer más kilos». Y es que la falta de tonelaje ha llevado a muchas cooperativas a la desaparición. Por eso lo habitual es que traten de garantizarse suficiente producción para cuadrar sus cuentas.

CASOS DE ÉXITO

Una de las que sigue en la brecha es Nulexport. Esta firma histórica ha gestionado en esta campaña unas 34.000 toneladas de naranja, señala su presidente, Pascual Pla. Y, aunque trabaja «desde septiembre hasta marzo», el objetivo de sus dirigentes es alargar la campaña «hasta mayo», apunta Pla. Para ello, tendrán que hacerse con fruta que no producen sus 600 socios, como ya hacen con las variedades tempranas. Pero en el caso de las mandarinas tardías, esto provoca dudas, debido a los elevados precios de estas variedades, muchas de ellas protegidas.

Otro caso de éxito es el de San Alfonso, de Betxí. En esta campaña la firma alcanzará las 103.000 toneladas de naranja manipuladas, señala su gerente, José Pascual Ramos. Esto supondrá el máximo de la historia para una cooperativa muy particular.