La ejecutiva de Compromís aplazó ayer de nuevo cualquier decisión de modificación de la estructura interna de la coalición, con lo que negó por ahora a Gent de Compromís (GdC) un papel interno más relevante, pese a que un grupo de unos 80 militantes se concentró ante su sede, precisamente para pedir más representación a través de la entrega de un manifiesto con más de 500 firmas.

Entre quienes han suscrito el documento se encuentran el referente castellonense y exvicealcalde de la capital, Enric Nomdedéu; el concejal Enric Porcar; las diputadas nacional Marta Sorlí y autonómica, Mònica Àlvaro. Esta última respaldó las reivindicaciones del colectivo con su participación en la concentración.

Según indicaron fuentes de la ejecutiva, el Bloc planteó, como tenía previsto, reformar y dotar de mayor contenido y funciones al Consell General de Compromís, un máximo órgano que, sin embargo, lleva más de un año sin reunirse y que no cuenta, en la práctica, con poder alguno.

OTRA OPCIÓN // En el otro extremo, la opción de Iniciativa es la de que ese organismo, en el que Gent de Compromís podría contar con mayor protagonismo y salir del «ninguneo» del que parte de sus miembros culpan a los partidos que forman la coalición, se quede en un mero espacio para la reflexión, sin capacidad ejecutiva. La conclusión fue la de continuar negociando para alcanzar un acuerdo sobre esta cuestión.

La ejecutiva de Compromís aprobó, por otra parte, la creación, previamente ya pactada, de una comisión de coordinación institucional, formada por los principales cargos públicos de la coalición y cuya andadura comenzará ya mañana, miércoles, con su primera reunión, que se celebrará en Valencia.