La refinería BP de Castellón ha dado un nuevo salto en su apuesta por dotar a sus instalaciones de las mayores cotas de seguridad y medioambiental a su entorno y lo ha hecho con la construcción de un macroalmacén de coque que, con capacidad para albergar hasta 50.000 toneladas de producto y una inversión total de 14 millones de euros, incorpora sistemas punteros en el mundo que permitirán manipular con las máximas garantías este combustible sólido dirigido a la exportación, hacerlo a pocos metros del muelle y abrir la posibilidad de recurrir a buques de más capacidad, hasta de 35.000 toneladas.

El director de la planta, José Luis García Galera, acompañado por el presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Toledo, fue ayer el encargado de presentar este almacén ante las principales autoridades locales y provinciales a los que mostró su agradecimiento por su colaboración. García Galera hizo extensivo este reconocimiento a los 40 contratistas que han trabajado en esta obra de gran complejidad técnica, en especial a la firma Becsa, que ha dirigido la actuación.

La implantación de este almacén de coque, que permitirá a BP dar mayor valor a este producto, ha supuesto crear más de 100.000 horas de empleos directos en Castellón, como señaló el director de la planta, que recordó el esfuerzo que BP ha realizado en los últimos años en favor del medio ambiente y que cifró en más de 200 millones de euros desde el 2000.

EL COQUE, CONFINADO // Toledo, por su parte, hizo énfasis en los avances medioambientales de la refinería y en el esfuerzo empleado por BP --a la que calificó de «ejemplar»-- con el fin de confinar el coque, no sin pasar por alto el gran esfuerzo empleado para dotar a este nuevo almacén de las más altas cotas de seguridad.

Las nuevas instalaciones, de 170 metros de largo, 93 de ancho y una superficie construida total de 15.800 metros cuadrados, está ubicada en la dársena sur del puerto, junto a PortSur y muy próxima a la terminal de graneles, por lo que está alineada con los planes de desarrollo en esta zona de la Autoridad Portuaria.

En las distintas fases de su construcción, desde su diseño hasta su puesta en marcha, han participado una media diaria de 50 trabajadores. Su cercanía a la refinería es clave también para BP, ya que permitirá ganar en competitividad y reducir los costes de transporte, lo que supondrá, además, una logística más respetuosa con el medio ambiente.