La contratación de cursos y escuelas de verano tiene un coste medio para las familias de entre los 125 euros la semana y los 2.000 euros en una estancia de quince días en el extranjero, sin contar el transporte, según ha informado este lunes la organización de amas de casa y consumidores Tyrius.

El coste medio de una semana en una escuela de verano ronda los 125 euros, 215 euros dos semanas, 310 euros tres semanas y 450 euros para cuatro semanas, mientras que la semana en un campamento asciende a unos 250 euros, y en el caso de las estancias en el extranjero supone unos 2.000 euros por quince días, señala Tyrius.

La organización de consumidores recomienda conservar toda la información que facilite la empresa con las condiciones del viaje y del curso, así como todos los justificantes de pago ante posibles reclamaciones.

Recuerda que la empresa debe ofrecer por escrito todas las prestaciones, así como en los folletos publicitarios, y en el contrato deberá figurar el nombre y domicilio completo del responsable de la oferta, así como el precio completo de la actividad, en la que se incluyan impuestos y se desglosen los gastos.

En el caso de campamentos multiaventura, deberán además incluir un seguro de responsabilidad civil y otro de accidente donde queden cubiertos los menores.

También deben aparecer las condiciones de pago, la fecha de inicio, fin y duración temporal, el procedimiento por el que se puede poner fin al acuerdo, y si el contratante tiene derecho a la devolución de alguna cantidad de dinero.

En el caso de que se exija una cantidad a cuenta, el consumidor podrá pedir un recibo, y una vez abonadas todas las cantidades deberá ser expedida una factura o justificante de pago de las cantidades abonadas.

Respecto a los viajes al extranjero, Tyrius advierte de que además de cumplir con las condiciones anteriores, las empresas que ofrecen este tipo de cursos están obligadas a contratar un seguro de accidentes y un seguro obligatorio de viajeros, y disponer de un seguro de responsabilidad civil.

Asimismo, y con carácter general, se recomienda que los cursos estén segmentados según edades y actividades que se ofrecen para cada una de ellas; la oferta de alimentación debe ser "sana, nutritiva y equilibrada", y los cuidadores o responsables profesores personal con experiencia y con titulaciones reconocidas