La infrapoblación que se da en numerosos puntos del interior de la provincia de Castellón supone un problema añadido para la conservación de los espacios protegidos, según ponen de manifiesto fuentes de la Generalitat y que ayer vino a corroborar la nueva presidenta de la junta rectora de la Serra d’Espadà, Carmen Orenga.

La nueva responsable del entorno protegido, que agrupa a una veintena de municipios castellonenses, señaló ayer que una de sus prioridades irá encaminada a buscar soluciones ante la baja demografía que existe en pueblos como Torralba o Villamalur, con poco más de medio centenar de habitantes, “lo que repercute directamente en la conservación de estos espacios”, señaló Orenga, que anunció la creación de una comisión dedicada a buscar soluciones a este problema, tal como se viene haciendo desde hace años en otras comunidades como “es el caso de Aragón y otros países de nuestro entorno, como es el caso francés”, manifestó.

La junta rectora del parque, pese a su carácter anual pero que no se convocaba desde 2014, se reunió este pasado martes para renovar sus órganos directivos y perfilar sus acciones, “que irán encaminadas a lograr una mayor participación entre sus miembros”, según avanzó ayer su nueva directora.

Entre las prioridades, la dirección entrante pretende ampliar el arco de representación social en dicho órgano colegial, para incorporar en él no solo a instituciones, agricultores, cazadores y conservacionistas, sino también que haya presencia de empresarios y artesanos, así como de los excursionistas. H