Camino del prólogo y del protocolo. La Magdalena del 2018 abre sus puertas los próximos días 8 y 9 de septiembre con las Imposiciones de Bandas a las reinas de las fiestas, Carla Bernat Pascual y Lucía Buguete Alcaide, en sendas ceremonias que tendrán como incomparable marco el Teatro Principal de Castellón, a las 20.30 horas.

Una liturgia siempre igual y, al mismo tiempo diferente, que este año incluye algunas novedades de mención.

De entrada, por primera vez en la historia, una joven que ha ocupado el cargo de Na Violant d’Hongria, Marta Tena Soler, será la presentadora de la Imposición de Bandas Mayor. Tradicionalmente, este papel lo ejercía la reina de las fiestas de tres años antes, y le hubiera correspondido a Dunia Gormaz Campos, majestad de la Magdalena 2015. Sin embargo, el hecho de encontrarse ya en Madrid, preparando sus estudios, le impedirá estar presente en Castellón, por lo que se ha optado por Marta Tena, quien en el 2016 ostentó el cargo de Dama dels Cavallers de la Conquesta, para conducir la solemne ceremonia. Casi dos años después de haber estado sentada sobre el escenario del Principal, la joven se adueñará del atril para la conducción perfecta de la ceremonia festiva.

Para la Imposición de Bandas Infantil, la responsabilidad de presentar recaerá en Cristina Batalla Serret, reina que fue de los más pequeños en el 2015, y Nerea Ibáñez Vilar, quien con Cristina compartió madrinazgo en la Magdalena 2014. Fue en sus gaiatas respectivas, la 1, Brancal de la Ciutat, y la 6, Farola-Ravalet.

Más cambios para la gala magdalenera. Nuevos tapices y cobertors para decorar el escenario a cargo de una nueva empresa, que deja atrás a la clásica Pinazo, tras un nuevo contrato municipal con otra mercantil, y que garantizará la solemnidad en la ornamentación del Principal para una de las ceremonias de mayor raigambre castellonera.

De nuevo, por segundo año consecutivo, los presidentes infantiles tendrán también su protagonismo directo, siendo los responsables de portar la banda de cada una de las madrinas de los niños de sus respectivos sectores, tras desfilar al principio de la Imposición de Bandas y hacerles entrega del pergamino acreditativo de su cargo. Previamente, en el salón de plenos del consistorio, los titulares de las comisiones de los niños recibirán la insignia de la Gestora de Gaiates, en un ritual en el que se consagra la importancia de los más pequeños como promesa de futuro de las fiestas. Y no faltarán tampoco los respectivos discursos de la alcaldesa de la ciudad.

Casi siempre en el Principal

Y es que, desde la misma génesis de las fiestas de la Magdalena en su estructura actual, la Imposición de Bandas a la reina de las fiestas es el solemne y protocolario arranque de cada ejercicio festero. Y siempre en el coliseo de la plaza de la Paz (excepto en los años 1995 y 1996 por obras en el Principal, siendo trasladado el acto a la Cámara de Comercio), como escenario triunfante del momento en el que la primera autoridad local le impone la banda verde de reina a la joven elegida, en uno de los eventos más esperados por la gente de las fiestas mayores.

Raigambre y tradición

Durante muchos años, la Imposición de Bandas tenía lugar en los días previos a la semana grande magdalenera. Sin embargo, por mor de los tiempos y la grandeza que han ido adquiriendo las fiestas oficiales de la ciudad se decidió trasladar el acto a mediados de la década de los 90 del pasado siglo al mes de septiembre, abriendo así la puerta al ciclo de presentaciones de las gaiatas.

Pero todo prólogo de algo que comienza en la maravillosa aventura magdalenera está precedido siempre del epílogo de unas vivencias que terminan. En este caso, las de las reinas de las fiestas del 2017, Estefanía Climent Moreno y Berta Montañés Selma, quienes el próximo lunes, día 4, dirán adiós -mejor, «aquí estamos»--, a su cetro y su corona de la Magdalena 2017, en una ceremonia que tendrá lugar en el Palau de la Festa, a las 20.00 horas, con todas sus cortes.

Y, como en las antiguas imposiciones de bandas que suene ya la wagneriana obertura de Tannäuser, mayestática y versátil. La Magdalena 2018 inicia su andadura. Es el camino del prólogo y del protocolo.