En medio de la pandemia de covid-19 que ha mantenido en jaque a la sanidad española durante los últimos meses, otro de los grandes peligros para la salud durante cualquier periodo estival ha quedado un tanto en segundo plano en el ránking de preocupaciones de la ciudadanía. Pero no hay que olvidar que el melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo, sigue ahí, en pleno crecimiento y más en una zona, como es la provincia de Castellón, sobrada de días de fuerte sol y, por tanto, de una gran exposición a los perjudiciales rayos ultravioleta que son sus principales desencadenantes de esta patología.

Más incidencia

La dureza de la última ola de calor es una razón de peso para que los especialistas recuerden la necesidad de mantenerse alerta ante una afección que sufren cada vez más castellonenses, como recalcan desde los centros sanitarios públicos de la provincia. Desde el año 2000, es decir, en los últimos 20 años, los diagnósticos de melanoma prácticamente se han duplicado en la provincia.

Así lo ha reflejado el último estudio realizado por la Plana, dirigido por la dermatóloga Francisca Valcuenda, que avisa de que en las comarcas de la Plana Baixa y el Alt Millars han pasado de «una tasa de algo más de seis casos por cada 100.000 habitantes a superar la docena». La edad media de las personas con cáncer de piel ronda los 60 años, con un incremento más significativo de casos en mujeres.

Los meses de primavera, marcados por el confinamiento obligado en plena escalada de la pandemia por el covid-19, donde el contacto con los rayos uva fue mínimo o nulo, obligan a extremar las precauciones a la ciudadanía en general. «Hemos llegado al sol de verano con menor exposición y, por tanto, con un mayor impacto de los riesgos», explica Anaid Calle, especialista en Dermatología del Hospital de Vinaròs.

Control exhaustivo

La doctora Calle recalca que «necesitan un seguimiento exhaustivo» todas aquellas personas que presentan un número de lunares superior a un centenar, las que tengan la piel, el pelo y los ojos claros, y quienes presentan pecas en las mejillas. Aunque toda precaución es poca, en general.