La piel tiene memoria. Si se quema nos deja sin protección y aumentan las posibilidades de sufrir un melanoma, el más peligroso de los cánceres de piel. La mala noticia es que la incidencia de este tumor va al alza en Castellón. En los últimos quince años, la incidencia del cáncer de piel se ha disparado y los dermatólogos apuntan a que cada vez se diagnostican más casos en personas jóvenes. Y los expertos esperan que la incidencia del melanoma siga creciendo y en veinte años el número de diagnósticos se duplique. ¿La solución? Protegerse bien del sol y hacerlo, sobre todo, durante los primeros 15 años de vida.

En 2018 se diagnosticaron en Castellón 65 nuevos casos de melanoma (una media de cinco al mes), el cáncer de piel con peor pronóstico, y otros 264 casos de cáncer de piel no melanoma. Hace cinco años fueron 63 y 240, respectivamente. De los 65 casos, casi el 60% fueron en mujeres. Y en el conjunto de la Comunitat, la evolución ha sido muy similar, con 562 y 2.191 casos en el último año, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). «El de piel es el cáncer más frecuente. Sin embargo, también es el tumor más prevenible y, cuando se detecta y se trata a tiempo, tiene un buen pronóstico», apuntan desde la Academia española de Dermatología y Venerología (AECV).

El crecimiento en España ha sido constante y en el incremento influye un mejor diagnóstico precoz. Este es clave en un cáncer que, pillado a tiempo, se cura siempre. «El 80% de los melanomas se cura con cirugía. Cuando antes se diagnostique ese cáncer, menor es el riesgo de que se generen complicaciones tardías como afección ganglionar o extensión del tumor a otras partes del cuerpo», describe Agustín Buendía, responsable de la campaña Euromelanoma, una iniciativa que dirige la Fundación Piel Sana de la AEDV. Y la mejor prueba es que la subida en el número de afectados no se corresponde con un incremento de los fallecidos por esta causa, que en la provincia de Castellón se mantiene entre las 10 y las 15 defunciones anuales.

DOS CAUSAS DETRÁS DEL ALZA

Los dermatólogos insisten en que hay dos factores que explican este incremento de los casos de cáncer de piel en Castellón. «Uno de ellos es el envejecimiento de la población. El cáncer de piel no melanoma es más frecuente en población de la tercera edad, y actualmente el número de habitantes en este sector de población ha aumentado. El otro factor, que influye tanto en el cáncer de piel no melanoma como en el melanoma maligno, es la exposición solar», argumenta la doctora Francisca Valcuende Cavero, jefa de Dermatología del Hospital Universitario de la Plana, vicepresidenta segunda del Colegio de médicos de Castellón y profesora asociada de Dermatología de la Universitat Jaume I.

Valcuende insiste en que la piel guarda memoria. «Con el paso de los años agota su capacidad de reparación ante el daño producido por las radiaciones ultravioletas del sol, y la población actual lleva muchos años con exposición solar acumulada, porque a la exposición solar laboral, se añade la recreacional desde que se impuso la moda del bronceado». Y las recomendaciones son claras: que los niños no tomen el sol, no hacerlo en las horas de más intensidad y usar bien el fotoprotector.

Pacientes más jóvenes

Pese a que el grueso de los cánceres de piel afectan a pacientes mayores de 70 años, cada vez hay más jóvenes. Un dato. En 2018 se diagnosticaron 17 casos de melanoma en menores de 50 años. «Cada vez vemos cánceres de piel en pacientes antes de la tercera edad y en concreto se están detectando casos de melanoma maligno, que ya en sí es un tumor de población más joven, en pacientes de treinta y cuarenta años», sentencia la doctora Valcuende.

Los signos que pueden alertar los melanomas son visibles: manchas asimétricas en la piel, con bordes irregulares, colores variados, con un diámetro superior a los seis milímetros y que han sufrido algún cambio en los últimos cuatro meses.