El Ayuntamiento de Castelló estima que implantar la recogida orgánica incrementará en un 20% la plantilla del servicio encargado de la recogida de residuos. Así lo ha confirmado el edil responsable de Reciclaje y Gestión de Residuos, Ignasi Garcia, para quien esta medida «nos situará entre las ciudades pioneras y nos llevará a ahorrar cerca de 300.000 euros anuales en los gastos de tratamiento».

La empresa concesionaria del servicio invertirá más de 2,4 millones de euros en la ciudad para la adquisición de contenedores y vehículos adaptados a este servicio. De este modo, tras la implantación del nuevo sistema, el staff ascenderá a 95 profesionales dedicados a estas tareas.

NUEVOS CAMIONES // Para la activación del contenedor marrón en el último cuatrimestre del año, el consistorio invertirá cerca de 530.000 euros y mantendrá esta inversión para cubrir la prestación. El concejal calcula que se «amortizará la inversión inicial a medio plazo». Además, esta acción «nos permitirá incorporar nuevos vehículos polivalentes a la flota municipal de limpieza», como confirmó el propio Garcia.

El responsable del área consideró «fundamental seguir la hoja de ruta marcada a principio de la legislatura para implantar este tipo de recogida selectiva en toda la ciudad, ya que a los beneficios para el medio ambiente hay que sumar la creación de puestos de trabajo y la inyección económica en medios industriales».

«Queremos generar una economía verde, que cree empleo estable y de calidad y una red ecológica a su alrededor que Castelló necesita, más que nunca», ha asegurado el concejal.

Hay que recordar que Castelló ya ha realizado dos fases de pruebas piloto con grandes productores (como comercio y hostelería) y en centros educativos, así como la realización de campañas de concienciación y fomento de su uso correcto. En una fase posterior está prevista la instalación de 1.100 depósitos.

El Plan Integral de Residuos de la Comunitat, regulado en el decreto 55/2019, obliga a todas las administraciones públicas valencianas, así como a agentes económicos, sociales, vecinales y ciudadanos en general, a la recogida selectiva de biorresiduos. El decreto habla de que las medidas se deben aplicar «de forma inmediata» y «lo antes posible».

Los residuos orgánicos suponen entre el 40% y 50% de la basura que se deposita en el contenedor común. Si dichos restos se separan en origen se consigue mejorar el proceso de reciclado así como el de la limpieza de la ciudad y, por ejemplo, el compost resultante se podría también aprovechar.