Hace un mes que en la ciudad de Castelló se implantó el servicio de recogida de la fracción orgánica de la basura, la que se deposita en el contenedor marrón, y el Ayuntamiento ha hecho un primer balance. En este tiempo, la ciudadanía ha depositado en estos depósitos 4,6 toneladas diarias de restos domiciliarios, o lo que es lo mismo, unas 138 toneladas de desechos «que son transformados en derivados como el compost y abonos para la agricultura», destacaron desde el consistorio.

Para el concejal de Reciclaje y Gestión de Residuos, Ignasi Garcia, «la ciudadanía ha respondido con colaboración a esta mejora», aunque reconoce que «queda mucha pedagogía por hacer». Con todo, 30 días después de su colocación en las calles, concluye que se está haciendo «un correcto uso de los contenedores marrones».

La preocupación por conseguir que la conciencia sobre la necesidad de separar correctamente los restos domiciliarios en origen lleva al Ayuntamiento a mantener los puntos de información sobre este servicio, donde dos educadoras ambientales se encargan de explicar a los ciudadanos que se acercan cómo deben utilizar los nuevos contenedores de orgánica.

«Toman nota de las sugerencias para optimizar más todavía el servicio y las rutas de recogida», incidió Garcia, quien avanzó que, como consecuencia de la colaboración de los vecinos desde el inicio del servicio, «ya hemos hecho pequeños ajustes, como la reubicación de algunos depósitos».

El edil de Castelló sacó pecho ayer de lo que considera un logro para la ciudad, que se ha convertido, a su modo de ver, «en una de las ciudades pioneras del Estado en la implantación de este sistema de recogida selectiva».

A lo largo y ancho de la ciudad se han instalado 1.098 nuevos contenedores solo para tirar la parte orgánica de la basura que se genera en las casas. Para hacerlo posible, el Ayuntamiento ha incrementado la partida presupuestaria destinada a sufragar este servicio, lo que ha permitido, a partir de adquirir los depósitos, contratar a 15 personas más y comprar 8 vehículos nuevos, que ha tenido como consecuencia la ampliación de las rutas en un 40%.