El Ayuntamiento ha finalizado las obras de rehabilitación de las calzadas de las calles Obispo Beltrán, Conde Noroña y Pescadores, y la sustitución del alcantarillado de esta última por uno de mayor capacidad de desagüe, una actuación que ha supuesto una inversión de más de 126.000 euros y se ha ejecutado en tres semanas.

El concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, explicó ayer que estas calles estaban muy deterioradas, por lo que era necesario realizar estos trabajos. «Las calzadas estaban llenas de blandones que coincidían con la zona de rodadura de los vehículos, lo que dificultaba el tránsito. Por ello, se ha procedido a instalar una losa de hormigón y a reponer el pavimento con adoquines de color, forma y textura iguales al existente» indicó el edil.

La vicealcaldesa y concejala de Participación Ciudadana, Ali Brancal, recordó que las obras forman parte de las 23 propuestas de asociaciones vecinales que se han incluido en los presupuestos participativos, dotados con 1,65 millones de euros.

Por su parte, la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, explicó que la actuación «mejorará de forma directa la calidad de vida de los vecinos de esta zona y que se enmarca en la decisión del gobierno local de apostar por el microurbanismo, por pequeñas actuaciones que permitan mejorar los servicios en zonas ya construidas y por la regeneración de áreas urbanas», puntualizó.